Histórico

Organos de laboratorio: la nueva promesa científica para los trasplantes

Hígados, vejigas, pulmones y corazones son algunos de los órganos que científicos de diversas universidades han logrado crear utilizando células en vez de materiales sintéticos. Una promesa para la siguiente década que podría ayudar a cubrir el déficit de órganos disponibles para trasplantes.

Aprobado por la FDA el 15 de octubre de 2004, el Syncardia fue el primer corazón artificial visado para su uso en pacientes. Un complejo mecanismo con válvulas y mangueras que seis años después de su presentación parece haber quedado obsoleto.

Así lo sugiere, al menos, el esfuerzo que por estos días desarrollan investigadores norteamericanos y españoles, quienes trabajan en el desarrollo del primer corazón humano bioartificial. ¿Qué significa eso? En lugar de plástico u otros elementos sintéticos, están utilizando células para construir el órgano, al igual como lo hacen otros equipos científicos que desarrollan hígados, pulmones y otros tejidos de laboratorios.

Estos órganos podrían convertirse en una alternativa para los trasplantes tradicionales, donde uno de cada 10 pacientes logra conseguir un órgano. "Si nuestra investigación se vuelve aplicable para humanos, como lo creemos, tendrá el potencial de salvar millones de vidas", dice Harald Ott,   parte del equipo investigador.

FACTORÍA DE ÓRGANOS
En Winston-Salem, una pequeña ciudad ubicada en Carolina del Norte, EE.UU.,  se encuentran las oficinas del Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa. El centro saltó a la fama en 2006 cuando sus científicos lograron implantar con éxito siete vegijas elaboradas con células a pacientes con una enfermedad que les provocaba incontinencia urinaria.

En la actualidad, explican en el instituto a La Tercera, trabajan en la creación de 22 tejidos y órganos diferentes, entre ellos huesos, mamas, vasos sanguíneos, retinas, nervios y páncreas. Su método consiste en crear moldes de los órganos que desean construir al interior de los cuales son inyectadas células de distintos tipos. Luego estos moldes son incubados algunos días para que las células puedan conformar la estructura del tejido que se desea simular.

CÉLULAS COMO LADRILLOS

Distinto es el procedimiento que ocupan los equipos que trabajan en la creación de otros tejidos combioartificiales. En estos casos, los científicos toman un órgano que no sirve para ser trasplantado y le quitan sus células originarias, dejando sólo la estructura básica formada por fibras de colágeno. Esta matriz funciona como pilares y vigas, y son rellenadas con  células del receptor, las que son injertadas como si fueran ladrillos. El fin: crear un órgano que se ajuste al cuerpo del paciente y evite el rechazo. Es lo que hicieron los científicos para crear en laboratorio el corazón bioartificial de un ratón, el que lograron hacer latir sin problemas.

Con técnica similar se fabricó el primer hígado artificial, también probado con éxito en ratones. Korkut Uygun, del Hospital General de Massachussets, explica a La Tercera que en cinco años podrían empezar a desarrollar un prototipo para humanos. ¿Los principales desafíos? "Mantener por meses el órgano funcionando en animales y saber si sirve para rescatarlos de una falla hepática. Si podemos lograr esto en ratas, creo que la ampliación a los seres humanos será relativamente sencilla", dice. El último capítulo de la saga llegó de la mano de científicos de la U. de Yale, quienes crearon un pulmón artificial mediante esta técnica. El resultado: lograron desarrollar un pulmón implantable en ratones que pudieron intercambiar oxígeno y dióxido de carbono y oxigenar la sangre, dijo Laura Niklason, líder del estudio.

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