La Brigada Investigadora del crimen organizado (Brico) de Investigaciones, el en marco de la  denominada "Operación Fuego", desbarató una banda de delincuentes que traficaban cocaína en Santiago, Valparaíso y Viña del Mar  al interior de extintores. Las detenciones se realizaron ayer, entre las 20.00 y 23.00 horas, en las comunas de Maipú y Santiago, finalizando un trabajo de 4 meses.

Se trata de Jaime Alfaro Riveros, su hijo Jaime Alfaro Rosa, su sobrino John Román Rojas y Julio Campos Álvarez. Este último trabajaba en una empresa de extintores capitalina: "Aprovechando la experticia que tenía, los acondicionaba logrando introducirles aproximadamente un kilo y medio de clorhidrato de cocaína", dijo el subprefecto jefe de la Brico, Raul Castellón Zumaran.

Esta operación la realizaban en Perú e introducían los elementos aprovechando que el metal aislante de los extintores no permitía a los perros de la aduana detectar la droga. Además Campos Álvares se aseguraba que funcionaran correctamente y que tuvieran el peso normal para no despertar las sospechas de la policía.

Una vez en Santiago, Jaime Alfaro y su hijo Jaime, quienes actuaban también como financistas de la banda, contactaba a los compradores, ventas que eran vigiladas por John Román. Cada extintor era vendido en 4 millones de pesos.

Para la distribución utilizaban 3 vehículos, un Hyundai Terracán, un taxi y una camioneta Chevrolet S-10, todas decomisadas durante los allanamientos. También fueron incautados 3 kilos de cocaína de alta pureza, además de 1 millón 800 mil pesos.

Según Raúl Castellón es novedoso el método utilizado para el tráfico: "No tenemos conocimiento de una operación de este tipo, de este método de ocultamiento y traslado", señaló.