Señor director:

Voy a veranear a El Quisco desde hace seis años. Es un lugar en el que se pasa bien en familia, con la única salvedad del gran número de ahogados. En la playa de Los Ahogados uno se topa con una escena recurrente: la tragedia de una persona que termina muerta en el mar. Es triste observar que las medidas que se toman para evitar que aumente el número de ahogados son insatisfactorias: un letrero que se ve desde la calle, pero no desde la playa, no es suficiente.

Desconozco a quién le toca la responsabilidad, pero el municipio podría hacer mucho más. Debiera hacerse  parte de esto y doblar los esfuerzos, por último, para que nadie pueda decir que estos hechos le son indiferentes. Es necesario tomar medidas serias. No digo que se instale un salvavidas, porque la playa no es apta para baño, pero la entrega de volantes informativos, por ejemplo, sería una buena iniciativa.

Redacté esta carta en memoria de quienes han perdido la vida allí, porque sin querer uno también se hace parte de la tragedia. No es grato ser testigo y sentir la impotencia de que se pudo haber hecho algo más.

Juan Arias Portuguez