Israel quedó en shock cuando un joven judío mato a balazos al entonces primer ministro del país, Isaac Rabin, en noviembre de 1995, en momentos que se daban pasos gigantes en el entendimiento con los palestinos. Sin embargo, a todos no embargaba el mismo sentimiento de pesadumbre y tristeza. Según el ex embajador de Estados Unidos en Israel (abril de 1995-septiembre de 1997) Martin Indyk, durante el funeral de Rabin, quien entonces era el jefe del opositor Likud, Benjamin Netanyahu, expresó su decepción porque el asesinato iba a convertir a Rabin en un héroe nacional.

"Netanyahu se sentó junto a mí, cuando yo era embajador en Israel, para el funeral de Rabin. Recuerdo que Netanyahu me dijo: 'Mira, mira esto. Ahora es un héroe, pero si él no hubiese sido asesinado, yo lo habría derrotado en las elecciones, y entonces él habría pasado a la historia como un político fracasado", sostuvo Indyk en un documental de Frontline de la cadena pública estadounidense PBS, el martes.

Indyk afirmó que tenía la impresión de que "incluso en ese momento de gran apoyo, un momento trágico de apoyo a Rabin, Netanyahu estaba pensando, bueno, políticamente, él estaba contra las cuerdas hasta el asesinato".

Consultado por el diario isrtaelí Haaretz, la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu se negó a comentar las declaraciones de Indyk, mientras que el Likud consideró los comentarios como "otra mentira de Martin Indyk, que no deja de calumniar o insultar al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu".

Netanyahu se convirtió en primer ministro de Israel tras las elecciones de mayo de 1996. Fue derrotado en los comicios de 1999, pero regresó al poder en 2009.