La policía arrestó a más 400 personas en el centro de Toronto tras una manifestación contra una cumbre del G-20 que se tornó violenta, mientras las autoridades se mantenían alertas el domingo ante la posibilidad
de nuevos disturbios.

La portavoz de la policía Michelle Murphy dijo que 412 personas fueron arrestadas en la ciudad, después de lo que describió como una protesta que pasó "de la calma al caos" el sábado. Los detenidos afrontan cargos que van desde causar daños a asaltar a oficiales.

La protesta del sábado comenzó como una marcha pacífica, pero rápidamente llevó a disturbios cuando grupos de
enmascarados irrumpieron entre la multitud, quebrando vidrios de tiendas y bancos e incendiando al menos dos vehículos policiales.

El humo de las llamas llegó hasta el lujoso hotel céntrico donde se estaban reuniendo los líderes del Grupo G-20, en una zona protegida por barreras y decenas de policías tras una operación de seguridad que costó a Canadá unos 1.000 millones de dólares.

La policía esperaba que cualquier protesta programada para el domingo, el último día de la cumbre, sea  pacífica, pero estaba lista para responder a cualquier acto de violencia.

"Si algo se descontrola, como ayer, reaccionaremos de acuerdo a eso", señaló.

La policía, que admitió que por momentos perdió el control de la situación, usó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes el sábado.

"Lo que vimos ayer (...) es una serie de matones que pretendía tener una diferencia de opinión con la policía y que escogió la violencia para expresar sus denominadas diferencias de opinión", señaló en una conferencia de prensa Dimitri Soudas, portavoz del primer ministro canadiense, Stephen Harper.

"Las personas tienden a no estar siempre de acuerdo, los líderes que se reúnen por el G-20 no concuerdan todo el tiempo, pero no ves gente quemando vehículos policiales y quebrando ventanas", señaló.

Por la mañana, Toronto, la ciudad más grande de Canadá, estaba en calma.

Grupos opositores al G-20 se han estado manifestando en Toronto de cara a la cumbre de este fin de semana de países ricos y emergentes, que se produce después de un encuentro más pequeño del Grupo de las 8 economías más industrializadas del mundo.