El magnate Marcelo Odebrecht, implicado en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, salió el martes de una cárcel de Curitiba donde purgaba una pena de diez años para pasar a régimen de prisión domiciliaria, constató un reportero de la AFP.

Las confesiones de Odebrecht, de 49 años, hacen tambalear a varios gobiernos en América Latina.

El brasileño salió de la cárcel y fue trasladado a un juzgado donde debe colocarse una tobillera electrócina. Desde ahí se espera que se dirija a su domicilio en Sao Paulo.

Marcelo Odebrecht dirigió la mayor constructora de la región y que también fue responsable de obras en todo el mundo, como el estadio de baloncesto Miami Heat y usinas hidroeléctricas en Angola.

El derrumbe inició en junio de 2015 cuando Odebrecht fue detenido en el marco de la Operación Lava Jato por pagar sobornos a líderes políticos de casi todas las tendencias y así obtener contratos en la estatal Petrobras.

Luego de dos años, el grupo acordó revelar sus delitos para minimizar las condenas. Así, ejecutivos y ex ejecutivos firmaron un acuerdo de delación premiada y relataron en detalles los enganajes de la corrupción.

Marcelo pudo de esta manera reducir a 10 años de cárcel, cuando en un inicio eran 19.