Señor director:
Contra todos mis principios, debo confesar que he visto el reality 1810. Me ha asombrado, al igual que a muchos, un personaje que me cuesta definir sin caer en descalificaciones. Se trata de Angélica Sepúlveda, cuya forma de actuar agresiva es lo que ningún padre desearía como modelo para una hija. Se jacta de cualidades que nadie le ha visto poner en práctica. Infunde temor en sus compañeros, al punto que no comprendo por qué aún no la han expulsado.
Desconozco si su presencia influye en el rating, pero lo cierto es que la atracción que despiertan los personajes polémicos ha sido sobrepasada por Angélica, cuya presencia ya se transforma en un desagrado.
Canal 13 comete un error cuando integra a una persona como ella, que pudo tratar de "morsa" a otra competidora. Por actitudes como esa, debería haber sido eliminada automáticamente. Para un público acostumbrado a la competencia limpia, a la polémica razonable y a los arrebatos justificados, las habituales "salidas de madre" de Angélica son algo simplemente insoportable.
Tomás Langdon