Los sindicatos franceses votaron hoy a favor de extender una huelga en el sistema ferroviario y bloquearon refinerías de petróleo y el principal puerto de combustible del país, como una forma de presión al gobierno para que dé marcha atrás con su reforma previsional.

El gobierno de Nicolas Sarkozy dijo que no cederá en sus intentos por reformar un deficitario sistema de pensiones, pese a que el martes se registró una masiva huelga nacional contra el plan para elevar la edad de retiro.

Los sindicatos, según los cuales en las manifestaciones del martes participaron 3,5 millones de personas, dijo que las votaciones iniciales en asambleas a lo largo de Francia mostraron apoyo para extender las huelgas en el sistema de trenes estatal, el corazón de las protestas.

"Casi la mitad de los encuentros ha votado. Todos votaron a favor de extender la huelga", dijo un portavoz del sindicato CGT, agregando que se había acordado extender las huelgas hasta el jueves.

En el sector de energía, los trabajadores paralizaron el transporte de combustible desde ocho de las 12 refinerías que hay en Francia y los sindicatos bloquearon también un puñado de los 160 depósitos de combustible del país, aumentando el temor a escasez de gasolina.

El metro de París y las redes regionales de trenes se vieron afectadas por algunas interrupciones. La compañía ferroviaria pública SNCF dijo que un cuarto de sus trabajadores abandonaron sus tareas, menos que el 40 por ciento del martes.

Sin embargo, el gobierno, que estimó la concurrencia a las marchas del martes en 1,23 millones de personas, dijo que seguirá adelante con sus planes, que considera claves para preservar las finanzas públicas y la calificación de deuda "AAA".

"No niego que ayer hubo mucha gente en las calles, pero ¿qué podemos hacer? ¿No reformar el sistema de pensiones?", dijo el ministro de Trabajo Eric Woerth a una radio local, señalando que sólo eran posibles cambios menores en el proyecto antes de su aprobación en el Senado.

El gobierno de Sarkozy afirma que la reforma es necesaria para equilibrar un sistema previsional que de otra manera tendría un déficit de 45.000 millones de euros al año para el 2020.