Histórico

Sudáfrica 2010: ¿Por qué el fracaso de África en el Mundial?

El día que se inauguró el primer Mundial en África, un incidente desafortunado impidió que una de las figuras más conocidas y respetadas en este continente asistiese.

Casi 24 horas antes de que se declarase la apertura del torneo, la bisnieta de Nelson Mandela falleció en un accidente de tránsito, lo que impidió a "Madiba", como le dicen muchos en el país, dar inicio a los juegos.

Para quienes creen en supersticiones y cábalas, esto bien puede haber sido considerado una señal de mal agüero para lo que vendría para los equipos africanos en la Copa.

Este se suponía que sería "su Mundial". Así lo presagiaron analistas, comentaristas y hasta la Fifa. Pero hasta el momento ha sido todo menos eso.

Ya van tres equipos africanos eliminados: Nigeria, Camerún y el anfitrión Sudáfrica, que de paso se convirtió en el primer país sede en la historia de los mundiales que no llega a la segunda ronda.

No sólo los resultados no han acompañado a ninguna de las selecciones, sino que lo que han presentado en el terreno de juego está lejos de ser deslumbrante.

No llega ni cerca del fútbol vistoso, atractivo y potente mostrado por Camerún en Italia 1990, la primera vez que llegó un conjunto africano a cuartos de final; o en Estados Unidos 1994 recordado por los bailes de Róger Milla en la bandera del tiro de esquina.

Tampoco se acerca al momento de gloria de las ahora eliminadas "Águilas Verdes" nigerianas, que deslumbraron en 1994, el mismo año en que ganaron la Copa Africana y era el quinto equipo en el ranking mundial.

Este era el equipo de Jay Jay Okocha, Emmanuel Amunike y Celestine Babayaro, que en 1996 le ganó a Argentina en la final de las Olimpiadas.

"Hay diferentes razones que explican porque a los africanos les ha ido mal en el actual Mundial, pero la principal es que ninguno de estos países hace una preparación a largo plazo a nivel de selecciones", explica Richard Connelly, periodista que cubre el fútbol de África para el Servicio Mundial de la BBC.

EN NUMEROS

Curiosamente el mejor equipo africano del actual ranking de la Fifa, Egipto, ni siquiera se clasificó para el torneo.

El segundo mejor africano actualmente en el mundo es Camerún, irónicamente el primer eliminado de este torneo.

"Hubo muchas informaciones de problemas dentro de la escuadra, de jugadores peleados entre ellos, lo que influyó en su actuación", dice Connelly.

El equipo de Samuel Eto'o curiosamente ha sido el que mejor fútbol ha desplegado, en comparación al resto de los conjuntos de este continente, ya que en dos presentaciones es el que más ha disparado al arco y tenido posesión del balón, de acuerdo a las estadísticas oficiales.

Pero estos fríos números no revelan las deficiencias de Camerún en el campo (con derrotas ante Japón y Dinamarca), similares a lo ofrecido por Nigeria, Argelia, Costa de Marfil y la anfitriona Sudáfrica.

Todo un contraste cuando se compara con el juego de Chile, México, Paraguay y Uruguay, por no mencionar a Argentina y Brasil.

Ghana, por ejemplo, no ha perdido. Pero en la victoria y empate que logró ante Serbia y Australia, requirió de una decisión arbitral (un penal) para poder sacar los puntos, ya que sus delanteros aún no encuentran la red y el mediocampo no ha sido muy impactante. Incluso, clasificó a los octavos de final con una derrota por la cuenta mínima frente a Alemania.

Cuando se escarba un poco en las estadísticas de los partidos, se aprecia que la selección africana menos ofensiva es Costa de Marfil, lo que puede constituir una sorpresa considerando que tiene un tridente de delanteros que incluyen a dos campeones de la Liga Premier (Drogba y Kalou).

Si bien los marfileños entraron el mismo grupo de Brasil y Portugal (a ninguno pudo ganar y ahora esta con un pie afuera), también es cierto que contaban con un apoyo impresionante del público africano en los estadios.

Un apoyo que han recibido todos los participantes de África, pero en especial los anfitriones, Sudáfrica.

CUESTION DE EXPECTATIVAS

Antes de iniciar el torneo la reacción era la misma entre el público en la calle, taxistas, vendedores ambulantes, comentaristas de televisión o columnistas de diarios: todos pensaban que Sudáfrica pasaría a la siguiente ronda cómodamente, y algunos incluso apostaban a que ganaría el Mundial.

La temprana eliminación debe haber cado como un balde de agua fría, pero probablemente no es del todo inesperada.

Al cierre del listado publicado por la Fifa en mayo, Sudáfrica era el equipo número 83 del ranking en el planeta.

Selecciones como Irak, Gabón y Venezuela (que nunca han ido a un Mundial) son consideradas mejores según las autoridades del fútbol.

"La expectativa en torno a los Bafana Bafana (como se conoce a Sudáfrica) se salió de control", señala Connelly.

Tras dos derrotas, una contundente frente a Uruguay, las críticas han llovido sobre el técnico de Sudáfrica, el brasileño Carlos Parreira. Algunos lo acusan de equivocarse en la formación del conjunto, otros de estar sobrepagado por su salario de unos US$60,000 al mes (el salario mínimo es de pocos más de US$200 mensuales).

"Pero se le estaba pidiendo mucho a Parreira, Sudáfrica simplemente no tiene jugadores excepcionales", afirma Connelly.

No así es el caso de toda África. Por ello, en las principales ligas europeas brillan jugadores como Eto'o, Drogba, Michael Essien, Yaya Touré o Emmanuel Adebayor.

Sólo que en este torneo, sus equipos no han acompañado el potencial de sus individualidades.

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