Wozniacki, de 19, abandonó en su última participación en un torneo de la WTA cuando vencía por 7-5 y 5-0 a la local Anne Kremer en primera ronda, por lo que ha tenido que salir al paso de las "dudas".

"No he hecho nada malo", dijo hoy. "Me siento ofendida en mi honor", agregó la finalista del US Open antes de su debut del miércoles contra la rusa Dinara Safina, de nuevo número uno del ranking.

"No tenía ninguna posibilidad de acabar el partido, por eso decidí abandonar. No tengo nada que ver con las apuestas", se defendió en Doha. La danesa aseguró haber hablado ya con los responsables de la WTA. "No hay nada sospechoso que indique manipulaciones", agregó la propia tenista.

El padre de Wozniacki deseaba que su hija, cuarta del ranking mundial, saliera antes de la pista por una lesión en el muslo a fin de no poner en peligro su participación en el Masters, por lo que las conversaciones en polaco entre padre e hija, no permitidas por la WTA y que se pueden escuchar por Internet, dieron pie a especulaciones sobre elevadas apuestas a favor de su rival.

Cabe destacar que hasta ahora, la WTA no ha comunicado el resultado de la investigación.