Tipo de cambio fijo o flexible: ¿Qué es mejor?
<b>Curso:</b> Entorno Económico de la Empresa <br><br><b>Profesor:</b> Francine Nualart <br><br>Después de muchas experiencias, se ha concluido que intentar manejar el tipo de cambio conduciría a ataques especulativos que en períodos de alta turbulencia son muy costosos y cada vez más frecuentes. En épocas en que el mundo era mucho menos integrado, había mayor espacio para intervenir el tipo de cambio. Hoy la recomendación es: o fijar el tipo de cambio o permitir la flotación libre en el mercado.

Tener que convivir con las fluctuaciones del tipo de cambio es más común de lo que parece. En nuestra vida cotidiana, hablamos de que "subió el dólar" o "bajó el dólar", asumiendo que nada podemos hacer al respecto y esperando que tal vez alguien pueda realizar algo a nuestro favor.
Desde una perspectiva empresarial, cuando el dólar está bajo, los exportadores se enfrentan a grandes complicaciones, ya que deben vender más barato de lo pronosticado. En tanto, los importadores lanzan grandes campañas para promocionar sus bajos precios. Pero, ¿qué es el tipo de cambio? ¿Hay algún organismo que pueda hacer algo en relación a él?
El tipo de cambio es simplemente el precio de la divisa. Esto quiere decir que en Chile, por ejemplo, es el valor del dólar estadounidense, el euro, el yen o la libra esterlina, en pesos chilenos. El manejo del tipo de cambio es un tema que genera controversia transversal, fundamentalmente entre quienes se ven involucrados directamente en el circuito exportaciones-importaciones.
Hoy la opinión que prevalece entre académicos, analistas y autoridades económicas, fundamentada en los altos grados de integración y sofisticación que han alcanzado los mercados financieros internacionales, es que lo más conveniente es adoptar alguno de los dos extremos. Es decir, fijar irrevocablemente el tipo de cambio o permitir su flotación libre en el mercado.
Y es que después de muchas experiencias híbridas entre sistemas de flotación y tipos de cambio fijos, se ha concluido que tratar de manejar el tipo de cambio, conduce tarde o temprano a ataques especulativos que en períodos de alta turbulencia son muy costosos y cada vez más frecuentes. En épocas en que el mundo era mucho menos integrado, había mayor espacio para manejar el tipo de cambio; hoy, eso es cada vez más difícil y riesgoso.
¿Cuándo utilizar un Tipo de Cambio fijo?
Cuando se adopta un tipo de cambio fijo, éste pasa a ser el ancla para los precios y la inflación. Al fijar el tipo de cambio, las autoridades pierden el control sobre la política monetaria, por cuanto deben estar dispuestas a comprar y vender la cantidad de moneda nacional que sea necesaria a cambio de divisas, a fin de mantener la paridad.
Este esquema se ha sugerido para economías con alta volatilidad monetaria y baja credibilidad inflacionaria, en las cuales resulta más conveniente renunciar al uso de la política monetaria con propósitos estabilizadores. Claramente, no es esa la situación de nuestro país.
El efecto tasa de interés
En un esquema de tipo de cambio flexible o de flotación libre, será el mercado el que decida el precio del dólar a través de los movimientos en la oferta y demanda de divisas, donde la oferta proviene básicamente de las exportaciones y los flujos de entrada de capitales; y la demanda, de la necesidad de financiar la importación de bienes y servicios o inversión que se efectúe en el exterior.
En este caso, la autoridad puede controlar la política monetaria modificando la tasa de interés (TPM). No obstante, la flotación pura en su sentido más estricto no existe, ya que las modificaciones en las tasas de interés que realiza el Banco Central tienen efectos cambiarios. Al modificar las tasas de interés domésticas, la autoridad cambia las condiciones de arbitraje de tasas entre las economías y, de esta forma, la composición de la cartera de los inversionistas, con lo cual el tipo de cambio se ve afectado.
¿Cómo puede afectar el tipo de cambio a la inflación?
Durante mucho tiempo se pensó que las variaciones en el tipo de cambio se traducirían mecánicamente en cambios de precios. Sin embargo, el Banco Central de Chile ha realizado históricamente grandes esfuerzos de inversión en credibilidad, de tal forma que los debilitamientos de la moneda local han tenido leves impactos en la inflación.
Sabemos que la depreciación del peso ha sido importante el 2014; sin embargo, el efecto de esta devaluación ha sido acotado en los niveles de inflación presentados en el año. Si bien ésta ha superado el techo del rango meta en el cuarto trimestre, la expectativa del mercado es que el año 2015 vuelva a niveles de 3%, lo que refleja la gran credibilidad en la gestión del Banco Central.
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