Dos meses antes, 14 años después. Es extraño, pero esos son los tiempos que maneja Wet hot american summer: First day of camp, la serie que debuta este viernes en Netflix y retoma la historia de la comedia de culto de 2001 Wet hot american summer, sobre el grupo de jóvenes instructores de un campamento de verano para escolares de 1981. Ahora, en vez de contar lo que ocurre tras el último día del campamento -lo que retrata la película-, acá se parte contando lo que pasó el primer día.

Lo interesante es que en los catorce años que han transcurrido desde el estreno de la película, actores como Paul Rudd (Ant-Man), Bradley Cooper (El francotirador), Amy Poehler (Parks and recreation) y Elizabeth Banks (Los juegos del hambre) se convirtieron en pesos pesados de la comedia y todos ellos, además de Janeane Garofalo y David Hyde Pierce, entre otros, volvieron para la serie. Para el director, guionista y co-creador de la cinta y la serie, David Wain, este regreso no suena tan improbable, a pesar de lo populares que son los actores.

“Fue simplemente un grupo de gente que disfrutó trabajar juntos la primera vez y ahora, a pesar de que son grandes estrellas, había mucho interés de lograr que se llevara a cabo. Entonces, cuando supimos que todos querían hacerlo, tuvimos que resolver el puzzle de cómo lo haríamos con los calendarios”, explica al teléfono desde Nueva York, y luego agrega que eso implicó trabajar en fines de semana o reordenando las grabaciones. “Hicieron grandes esfuerzos, pero todos pudieron hacer los papeles que escribimos para ellos”.

Como la fama de la película fue creciendo con los años, las caras ilustres nuevas abundan: como es el caso de Kristen Wiig (Damas de Guerra), Jason Schwartzman (Gran Budapest Hotel), Jon Hamm (Mad Men), John Slattery (Mad Men) e incluso el sarcástico cantante y comediante Weird Al Yankovic. Sobre el interés creciente en la cinta a pesar de que no fue un éxito de taquilla ni crítica, el productor comenta: "Mucha gente me ha dicho que no les gustó cuando la vieron al principio, pero que después se convirtió en una de sus películas favoritas a través de los años. Creo que es un sentido del humor que demora en que guste".

Experiencia surrealista

En cuanto al rodaje en sí, que se hizo a principios de este año, David Wain cuenta: "Fue como una reunión de egresados del colegio, aunque ciertamente nos mantuvimos en contacto durante años. Y, en muchos casos, trabajamos con ellos muchas veces a través de los años. Pero verlos de nuevo en esta configuración, fue una experiencia muy surrealista".

Para el productor, más que una serie, esta producción es una película de cuatro horas, que funciona tanto para los fans de la cinta original, como para quienes no la conocen:  “Como secuela, te cuenta toda la historia anterior y, de algunas maneras muy graciosas, cómo esta gente se convirtió en lo que son. Creo que hay un montón de referencias y conexiones graciosas de la película. Del mismo modo, no es necesario que se haya visto la película para disfrutar de la serie”.

Sobre si considera que el estilo de hacer comedia de gente como Amy Poehler, Bradley Cooper, Paul Rudd o Jeanane Garofalo ha cambiado a través de los años, Wain comenta: "Creo que tanto en mi caso como en el de los actores, no ha cambiado mucho el sentido del humor, pero sí sus capacidades han mejorado muchísimo. Son súper realistas y graciosos. Eran buenos en la original y son aún mejores ahora".