SEÑOR DIRECTOR:

Hace un mes, terroristas de Hamas entraron a territorio israelí, acribillando a jóvenes que se encontraban en una fiesta y masacrando a civiles sin control, especialmente en una zona de los kibutzim, donde viven personas con un claro compromiso con la paz y la convivencia.

Fueron 1.400 víctimas asesinadas en un día; y se suma la tragedia de 240 secuestrados, incluyendo a una ciudadana chilena y a la nieta de un chileno. No podemos imaginar el infierno que han vivido.

No hay guerra buena, como ha dicho el Papa Francisco, Israel fue arrastrado a una y hoy intenta traer de regreso a los rehenes.

Desde Chile hacemos eco del grito desesperado del abuelo chileno de una de las secuestradas (Mia Schem), quien rogó al Presidente Boric interceder por ella. También pedimos por Loren, nacida en San Felipe, a quien su familia espera volver a abrazar.

La guerra y la muerte de civiles de todas las partes involucradas serán siempre una tragedia, por eso nuestro mayor deseo es que la paz se imponga en la región y que todos los secuestrados sean liberados.

Dafne Englander

Directora Ejecutiva de la Comunidad Judía de Chile