Aprendizaje en la educación superior



SEÑOR DIRECTOR

Qué duda cabe que el año 2020 la educación en general, y la superior en particular, ha sufrido uno de los mayores estrés de su historia y el 2021 llegó, hasta ahora, por el mismo camino. Son años que vivimos en peligro en cuanto al aprendizaje. Además, nos ha develado las enormes brechas existentes entre las familias chilenas que profundizan aún más la desigualdad asociada. Las cuarentenas ponen en evidencia que ni muchos profesores, ni muchos alumnos están preparados para afrontar la educación a distancia. La falta de computadores o Internet en muchos hogares provoca una enorme desigualdad educativa.

Hoy la solución no es el Estado, es la propia comunidad universitaria que debe organizarse, académicos, colaboradores y estudiantes para ir en ayuda de los compañeros de universidad que más lo necesitan. No son tiempos de abrir la mano para recibir, sino para dar.

Acortar la brecha de desigualdad depende de adecuadas políticas públicas, pero mientras los políticos se ponen de acuerdo, la academia como parte de la sociedad civil organizada debe salir en forma solidaria a apoyar a su comunidad, ese es el mínimo ético, es también una forma de educar en civilidad, como nos enseña Gabriela Mistral: “Enseñar siempre, en el patio y en la calle como en la sala de clases. Enseñar con la actitud, el gesto y la palabra”, ¡qué mejor aprendizaje!

Rafael Rosell Aiquel

Rector Universidad Pedro de Valdivia

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