Caída en índices de victimización

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Es alentador que por tercer año consecutivo el porcentaje de hogares víctimas de algún delito haya caído, pero la autoridad debe tomar nota que siguen existiendo altos niveles de temor en la población.



La Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) 2020 -indicador que es elaborado por el INE- ha traído noticias positivas en cuanto a una caída en la victimización de los hogares, cayendo 4,5 puntos porcentuales, para quedar en un nivel de 19,2%, el menor registro desde 2008 (31,9%). Conforme con esta última medición, la victimización viene experimentado una sostenida baja desde 2018, lo que resulta alentador.

Cabe, sin embargo, tomar con cierta cautela estos resultados, pues es posible que la caída tan pronunciada también esté fuertemente incidida por la pandemia, que ha obligado a extensas cuarentenas y una menor circulación de personas. Con todo, a pesar de las condiciones tan anormales por las que ha atravesado el país, es posible obtener algunas conclusiones sobre el fenómeno del delito, consistentes con lo que ya se venía observando desde hace años.

Desde luego, es un avance importante que la victimización haya logrado ser contenida -a nivel nacional, solo dos regiones aparecen con incrementos-, produciendo un quiebre en la tendencia, pues entre 2015 y 2017 dicho índice fue en aumento. Pero a pesar de estos resultados globales más alentadores, todavía persisten aspectos que dan cuenta de que la percepción ciudadana sigue con altos niveles de temor ante la expectativa de ser víctima de algún delito (84% tiene la percepción de que ha habido un aumento de la delincuencia).

La Enusc muestra que el hurto, las lesiones y el robo con sorpresa han mostrado una caída, en los tres casos con variaciones estadísticas significativas. Sin embargo, en un delito de tan alta connotación como el robo con violencia e intimidación, no se observa variación respecto de 2019, aspecto que probablemente explica en parte por qué sigue habiendo tanto temor. Es una de las áreas que toca más sensiblemente a la población, hechos que además suelen ser profusamente difundidos por los medios de comunicación, como es el caso de los “portonazos” -en 2020 hubo del orden de 13 mil hechos de este tipo, la mayor parte concentrados en la Región Metropolitana-, donde además de un aumento de frecuencia, también se observa mayores niveles de violencia.

Otro indicador, el índice de victimización de la Fundación Paz Ciudadana, permite complementar este cuadro. Dicho indicador (con datos a septiembre de 2020) muestra una muy importante caída en los niveles de hogares victimizados en los últimos seis meses -en este caso, de 40% a 27%-, pero a la par también arroja un alto nivel de temor en la ciudadanía y la percepción de que los delitos aumentarán en los próximos doce meses (55% así lo cree). Ello ya se refleja en cambios conductuales, donde notoriamente se observa un incremento en las personas que han dejado de salir a ciertas horas, o han dejado de visitar ciertos lugares.

No es una buena señal que de acuerdo con este estudio la evaluación negativa hacia el accionar de Carabineros en relación con el delito se encuentre en sus niveles más altos, lo que sugiere que hay una preocupante pérdida de confianza en la eficacia de las instituciones. Todos estos indicadores son consistentes con el hecho de que a pesar de los logros en el combate a la delincuencia, la mayor seguridad sigue siendo uno de los anhelos más sentidos.

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