Opinión

Chile, un faro de libertad en internet

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El informe anual sobre el estado de la libertad en el mundo de Freedom House, una prestigiosa organización con sede en Washington y creada en 1941, es uno de los más conocidos y respetados. De acuerdo a sus hallazgos para 2025, por decimonoveno año consecutivo se mantuvo el declive de la libertad en el planeta. Y es que la democracia global, después de una década de gran optimismo —la de los años 90— no está pasando por su mejor momento.

En este escenario, sin embargo, nos llega una noticia excepcional. Otro reciente reporte de la misma casa, Freedom on the Net, destaca a Chile como uno de los líderes mundiales de la libertad en internet: con 87 puntos sobre 100 se ubica, en la edición 2025 titulada An Uncertain Future for the Global Internet , en la categoría «Libre» (de 70 a 100 puntos). Y, lo que es aún más significativo, está en el podio mundial, superado sólo por Estonia (91) —sociedad digital por excelencia— e Islandia (94). Es oportuno aquí señalar que las categorías son tres; las otras dos son «Parcialmente libre» (de 69 a 40 puntos) y «No libre» (de 39 a 0 puntos). Estas dependen de las calificaciones obtenidas en tres aspectos: obstáculos de acceso, limitaciones de contenido y violaciones de los derechos de los usuarios.

Para dimensionar el desempeño chileno, el listado nos presenta superando a naciones reconocidas por su avanzada digitalización y por ser democracias consolidadas, como Canadá (85), Estados Unidos (73), Países Bajos (84), Francia (76), y Japón (78).

Hay más: Chile, que debutó en 2024, fue de los países que no experimentó retrocesos, incrementando su puntaje de 86 a 87 en el último año (y también aumentó en el registro de libertad global, de 94 a 95).

Claro que el mapa evaluado no tiene cobertura total y hay naciones todavía ausentes. Pero ser el tercero entre 72 países y el primero del hemisferio es un resultado que debe celebrarse, preservarse y, ojalá, mejorarse, sobre todo si más competidores entran en el examen. Y porque la tendencia es clara: el estudio expone que los actores autoritarios están intensificando su control, por ejemplo, a través de restricciones de contenido, mayor vigilancia de las comunicaciones y la imposición de penas severas a la disidencia en línea. Los espacios —continúa el documento— están más manipulados que nunca, ya que algunos actores buscan promover sus narrativas y distorsionar el discurso público. Las campañas de manipulación informativa han transformado los espacios en línea con métodos como comentaristas pagados que se hacen pasar por usuarios comunes de internet, sitios de noticias que imitan a medios confiables, contenido engañoso generado por inteligencia artificial (IA) e influyentes figuras de las redes sociales que publican contenido. Estos problemas no conocen fronteras.

Por estas razones, Fundación País Digital incluyó, entre sus Objetivos de Desarrollo Digital (ODD), uno dedicado a la ciudadanía digital (ODD 8) que abarca campos como la alfabetización digital, los derechos digitales y la participación en el espacio público digital. Además, publicó en 2024 el primer Índice de Ciudadanía Digital, entre cuyas dimensiones se considera la participación cívica en línea.

El puntaje de Chile en este informe, sugiere que ciertas condiciones para el pleno ejercicio de la ciudadanía digital están dadas, pero nos exige seguir trabajando sabiamente para afrontar los desafíos de la IA, la desinformación y la ciberseguridad. No cabe duda de que lo digital es, definitivamente, el gran tema de las sociedades de todo el mundo.

Por Rafael Rincón-Urdaneta Zerpa, jefe de los Objetivos de Desarrollo Digital (ODD) de Fundación País Digital.

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