El punto débil del Sinapred

SEÑOR DIRECTOR:
Diez años, durante tres gobiernos, duró la tramitación de la Ley que dio origen al nuevo Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Sinapred), que entre otros cambios sustituyó a la Onemi. Este nuevo marco, que incorporó los dolorosos aprendizajes del 27F y que ya tenía a la vista el cambio climático, formalizó acciones que en la práctica ya se realizaban, generó nuevas estructuras, e incorporó elementos novedosos al fortalecer el nivel municipal.
Pero como no basta con buenos diseños si no son acompañados por su adecuado financiamiento, el eslabón más débil -los municipios-sigue siendo el punto más frágil de la cadena, al no entregárseles los recursos necesarios para que una estrategia se ejecute tal como se planificó. Uno de los pilares de esta nueva Ley queda flojo al no contar con todos los fondos necesarios, lo que de mantenerse ocasionará que por más empeño y declaraciones de buena voluntad que se hagan, la primera respuesta ante la emergencia siempre será más lenta de lo deseable.
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Víctor Orellana
Ex subdirector de Onemi
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