Opinión

El sueño de toda la vida

El plantel de Coquimbo Unido celebra junto a sus hinchas. ANDRES PINA/PHOTOSPORT

Ser campeón con Coquimbo Unido es un sueño, el que tiene todo canterano: ganar un título con el club que lo formó. En nuestro caso tiene explicaciones fundamentales: la unión del grupo y el trabajo del cuerpo técnico. Nos dejamos entrenar y supimos aprovechar los momentos del campeonato. Siempre fuimos por más: perdimos un partido y en los que empatamos nos íbamos enojados, porque sabíamos que podíamos ganarlos. O nos pateaban al arco, nos marcaban, y aunque termináramos ganando nos enojábamos, porque pudimos haberlo evitado.

La superioridad que terminamos ejerciendo es más una pregunta a los otros equipos. Siempre nos enfocamos en el ‘partido a partido’. Ganábamos y los demás empataban. Y se fue dando la diferencia. Y es cierto: dimos el batacazo. Por el nivel de las plantillas, porque hay otros favoritos por historia. Con el transcurso de los partidos se nos fueron dando los resultados como locales y como visitas. Los demás, enredaban puntos.

Tratamos de manejarlo con tranquilidad, pero en el último partido estábamos ansiosos. Respetábamos mucho a La Calera, pero sentíamos que era el día. Afortunadamente, lo fue. Tratamos de jugar con la misma concentración, pero sabíamos que el ambiente iba a estar muy lindo para nosotros. La gente siempre nos acompañó.

Lo que pasó lo he ido asimilando con los días. No solo lo del día en que levantamos la copa, sino todos los demás. En mi caso, estoy doblemente feliz, porque soy de acá, por mi familia y por la gente que llevaba años esperando que esto pasara. Muchos esperaron toda la vida para verlo y partieron antes. El apoyo de la gente, de verdad, nos llegaba. Era una motivación fundamental.

El resto es puro trabajo. Día a día, nos esforzábamos bastante. Esteban González y Miguel Pinto son muy exigentes y detallistas. Nos alimentaban mucho sobre el rival. Para no cometer errores, para dar lo mejor de lo nuestro.

En mi caso, tampoco hay revancha. Los pasos por la U y la UC fueron de mucho aprendizaje y maduración. Pero, como dije, estoy cumpliendo un sueño. El de todo niño. El de ser campeón con la camiseta de toda la vida.

Por Sebastián Galani, capitán de Coquimbo Unido.

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