Las lecciones que dejan los comicios de Madrid



Pocas veces unas elecciones locales en España han tenido tanta repercusión a nivel nacional como las realizadas la semana pasada en la Comunidad de Madrid. No solo por el efecto que el resultado tendrá en la propia Isabel Díaz Ayuso, quien hace solo tres años era una virtual desconocida y hoy es una de las líderes indiscutidas del Partido Popular, sino también por los efectos que los comicios tuvieron en todo el espectro político español. Lo sucedido el martes pasado seguramente marcará un antes y un después en la política de ese país, e incluso deja al gobierno socialista de Pedro Sánchez en la cuerda floja, abriendo la puerta a eventuales elecciones anticipadas.

Díaz Ayuso convocó a elecciones en la Comunidad de Madrid poco después de que en el gobierno de Murcia, una fracción de su partido aliado, Ciudadanos, rompiera el pacto de gobierno en apoyo del PSOE. Ante el riesgo de que un escenario similar se repitiera en la capital, la presidenta madrileña optó por apostar al todo o nada, anticipando las elecciones. Y el resultado fue mejor al esperado. No solo duplicó la votación obtenida en 2019, sino que sumó 65 escaños en la asamblea de la comunidad, apenas a cuatro de la mayoría absoluta, lo que asegura una clara ventaja para gobernar sin sobresaltos. Unificó así la votación de su sector y sacó del juego a Ciudadanos, que ni siquiera pudo entrar a la Asamblea.

Pero además de eso, el triunfo de Díaz Ayuso fue la contracara de lo sucedido con Pablo Iglesias y Podemos. El ex vicepresidente del gobierno español, que había dimitido para postularse a la Comunidad de Madrid con el fin de revitalizar a su partido, salió último y terminó anunciando su retiro de la política española a poco más de cinco años de haber irrumpido como la tercera fuerza en el país, desafiando al histórico bipartidismo que había gobernado España. Más aún, fue ampliamente derrotado por una colectividad como Más Madrid, creada por ex miembros de Podemos que rompieron con la línea más extrema seguida por Iglesias y que lograron, al menos en Madrid, lo que este último nunca pudo conseguir, superar al PSOE.

Así, con su triunfo la candidata del PP, junto con sacar del ruedo al líder de Podemos y sepultar las opciones futuras de Ciudadanos, también validó su apuesta política en Madrid, que había generado enfrentamientos con el gobierno central por ir a contramano de las restricciones impuestas en pandemia. En lugar de imponer cierres severos para contener la crisis sanitaria privilegió la responsabilidad ciudadana y la libertad. Mantuvo abiertos bares, restaurantes, teatros y otros centros recreativos con el fin de mantener un equilibrio entre la lucha contra la pandemia y la necesaria protección de la actividad económica de la región que más aporta al PIB español. Y supo cosechar el apoyo de un sector clave de la sociedad madrileña.

Díaz Ayuso planteó su campaña como una suerte de referéndum entre el modelo restrictivo promovido por el gobierno de Pedro Sánchez y su apuesta por privilegiar la libertad y la protección de la actividad productiva en tiempos de pandemia. Y a la luz de lo sucedido el martes, no solo le dio resultados, sino que terminó alzándose como un modelo válido más allá de las fronteras de España.

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