Lo que viene ahora

SEÑOR DIRECTOR
En momentos críticos, la política puede polarizar o buscar convergencia. Uno de los mayores peligros para la democracia es la polarización. La democracia buscó desterrar la violencia, respetar los DD.HH., avanzar con justicia y crecimiento con equidad; y logró bastante. La resistencia conservadora, sin embargo, obstruyó la democratización y contuvo la inclusión.
El Congreso y los partidos dieron un paso trascendental para el futuro: dejar atrás la Constitución de la dictadura e iniciar una nueva etapa. Sin la potente movilización social , esto no sería posible.
¿Por qué llegamos a tan tremenda explosión social? En las democracias actuales, a la pugna clásica izquierda-derecha se superpone otra tensión, entre elite y ciudadanía. La contradicción ricos indiferentes-pobres indignados, expectativas altas-capacidad de respuesta baja, puede destruir la democracia representativa. Al no encontrar caminos institucionales, la ciudadanía se expresa con movilizaciones que desbordan gobiernos y partidos. Las tecnologías de comunicación amplifican el impacto.
Ahora hay que transitar de una sociedad de mercado a una de ciudadanos. La privatización y el mercado, como ordenadores de la sociedad, han fracasado. Se requiere organización social, Estado y colaboración. La demanda de igualdad no se aplaca con consumismo, ni individualismo, ni proveyendo bienes públicos por entes privados con escasa regulación, ni con pura capitalización individual, sin fondos solidarios, ni menoscabando salud y educación pública.
A esta crisis se responde con una nueva Constitución, de la mano con un nuevo pacto social, y una economía que crezca con innovación y colaboración; y sin violencia. Este es el desafío que viene: en vez de la decadencia, una sociedad más igualitaria y una democracia más profunda, con dignidad y paz.
Sergio Bitar
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