Macrozona Sur, ¿cómo seguimos?

SEÑOR DIRECTOR:

En poco tiempo se cumplirá un año desde que se decretó el actual estado de emergencia en la Macrozona Sur. El excelente trabajo conjunto de las FF.AA. con las policías ha logrado reducir los hechos de violencia. Sin embargo, no es suficiente. Las orgánicas radicalizadas y terroristas siguen ejerciendo terror y temor en las familias mapuche y no mapuche.

Esta semana, cuatro de las 10 orgánicas más peligrosas de la zona (las Weichan Auka Mapu, Liberación Nacional Mapuche, Resistencia Mapuche Lafkenche y Resistencia Mapuche Malleco) ejecutaron diversos hechos de violencia. Semanas antes, las mismas habían comunicado públicamente su coordinación y la violencia que ejercerían, demostrando con ello un nivel de amenaza mayor.

Lamentablemente, el fenómeno delictual del terrorismo es ignorado por las actuales autoridades. No existe una estrategia antiterrorista que enfrente la problemática desde los cuatro pilares básicos: prevención, protección, persecución y respuesta; tal como lo hace la estrategia contra el terrorismo y el extremismo violento de España, basada en el plan antiterrorista de la Unión Europea y de Naciones Unidas.

Sin una estrategia acorde a la amenaza delictual, es imposible abordarla adecuadamente. Los perfeccionamientos a la ley antiterrorista tampoco son prioridad: los dos proyectos sobre la materia, boletines 12.589-07 y 9.692-07 llevan más de mil y tres mil días tramitándose respectivamente; hoy, sin urgencia alguna. Del mismo modo, la modernización del sistema de inteligencia -actualmente en trámite- no se enfoca en la conducta antiterrorista, nuevamente, como si no existiera.

Sin un reconocimiento del terrorismo, sin una estrategia, sin herramientas legales para perseguirlo y sin inteligencia que permita desarticularlo, el estado de emergencia seguirá siendo extremadamente insuficiente.

Pablo Urquízar M.

Ex coordinador nacional de seguridad de la Macrozona Sur