Médicos de calidad para Chile

La carrera de Medicina de la Universidad de Tarapacá está en su cuarto año de implementación, tiene 130 estudiantes, de los cuales 60% son mujeres y el restante 40% son hombres. En el proceso de admisión 2019 el puntaje máximo de selección fue 815,80, en tanto el puntaje mínimo fue 738,90. Este 5 de abril inauguró un edificio y un equipamiento del más alto nivel, que en conjunto suman una inversión de $10.923 millones del Gobierno Regional de Arica y Parinacota y $ 1.444 millones de la propia Universidad.

Este es el cumplimiento de un sueño para una Región Extrema, que presenta un déficit de médicos por habitantes en comparación con el promedio nacional. Hace algún tiempo La Tercera se refirió a la falta de especialistas en Chile, principalmente en regiones, "por lo que las políticas de salud deben poner el acento en la formación de nuevos médicos y aumentar la cobertura" (14 de noviembre de 2017). Ha habido algunos esfuerzos, como la incorporación de 14 profesionales en la Etapa Destinación y Formación (EDF), entre ellos 10 médicos y 4 odontólogos en la Red Asistencial de la Región de Arica y Parinacota (Minsal, 2 de abril de 2018).

Es precisamente lo que estamos haciendo en la Universidad de Tarapacá. Formar médicos es una tarea de alta complejidad y puede ser una labor titánica en una Región Extrema, por lo que requiere el compromiso decidido de la comunidad y sus autoridades. En Arica y Parinacota, el Gobierno Regional y el Consejo Regional han impulsado el proyecto con energía y vigor. La propia universidad ha realizado inversiones y ha sumado el cuerpo académico tan necesarios para desarrollar una carrera de calidad. El Colegio Médico ha colaborado al proyecto con su prestigio intelectual y con sus cuadros para apoyar la iniciativa. Sin el respaldo del Servicio de Salud esta iniciativa sería inviable; al igual que es relevante la visión estratégica por parte de los directivos del Servicio y del Hospital Regional.

Felizmente hoy es posible desarrollar una formación de médicos de calidad en Arica y Parinacota. Una Región Extrema se nutre así de su universidad pública para realizar un sueño anhelado y postergado por décadas, que ha sido posible por la articulación pública y privada; el apoyo de las autoridades mencionadas, los senadores y los diputados actuales y pasados y, ciertamente, por la confianza de las familias y nuestros estudiantes.

Falta aún mucho por caminar. Sin embargo, tenemos la convicción de que la Facultad de Medicina de la Universidad de Tarapacá formará médicos de calidad, y luego especialistas, que permitirán avanzar en descentralización y regionalización del país, superando la enorme brecha que hoy existe en la atención de salud de la población.