Nueva Constitución y democracia



SEÑOR DIRECTOR:

Se ha señalado que la propuesta de nueva Constitución pone en riesgo la democracia debido a que el diseño de sistema político concentraría el poder en manos de una mayoría circunstancial incontrarrestable. Pero, la conclusión es justamente contraria, lo que hace el diseño institucional propuesto es desconcentrar el poder.

Primero, de forma “horizontal”, es decir, entre poderes del Estado, disminuyendo las facultades legislativas de la presidencia para entregar más al Congreso y Cámara de las Regiones. Esta última, además, participaría precisamente en aquellas leyes que tienen mayor importancia para mantener la competitividad e imparcialidad del sistema político (leyes electorales, reformas constitucionales, presupuesto, entre otras), funcionando como contrapeso a aquellas mayorías. Por otra parte, las facultades ejecutivas también son distribuidas al descentralizar funciones a los niveles subnacionales de gobierno.

Junto con ello, lo hace “verticalmente” al dar agencia directa e indirecta a la ciudadanía para participar de la toma de decisiones. Esto, mediante mecanismos de democracia directa, poder de agenda y consultiva a nivel nacional y subnacional. Estas herramientas de iniciativa ciudadana –presentes en democracias como Uruguay y Suiza- serán fundamentales para canalizar institucionalmente demandas e intereses.

En conclusión, la democracia participativa y nuevas formas de representación consagradas en la propuesta (incluida la paridad y escaños reservados) son garantía democrática y no un peligro para el proceso de implementación de la nueva Constitución en caso de ser aprobada.

Octavio Del Favero Bannen

Director Ejecutivo Fundación Ciudadanía Inteligente

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