Primus inter pares
SEÑOR DIRECTOR:
Si el estatuto del Primer Ministro en el Reino Unido es ser “el primero entre pares” (como se traduce el título de esta carta) y debe por tanto rendir cuentas (accountability) ante los miembros del Parlamento, encargados de juzgar o castigar su gestión, la “caída” estruendosa de Liz Truss podría verse como una señal del buen funcionamiento de la democracia parlamentaria británica.
Sin embargo, no es así. Hoy Reino Unido enfrenta una crisis política y democrática muy seria: la renuncia de Truss abre el tercer proceso de designación de un/a gobernante sin elección directa por el pueblo (el/la quinto gobernante en cinco años). El problema es que esta tarea recaerá en los 160 mil miembros del Partido Conservador -no más del 0,2% de la población total. Así las cosas, ¿dónde queda entonces el accountability?
Un nuevo plan de gobierno escaparía una vez más al escrutinio popular e indicaría una ausencia de mandato directo a cualquier medida radical que se quiera tomar. ¿No será tiempo para elecciones generales?
Carmen Sepúlveda Zelaya
PhD Ciencia Política UCL
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