Opinión

Reconocimiento al cine chileno

La nominación de El Agente Topo al Oscar en la categoría de mejor documental se suma a una larga lista de éxitos recientes de cine nacional que han generado un ciclo virtuoso para esta actividad.

NACHO LOPEZ

El documental de la cineasta Maite Alberdi “El Agente Topo”, presentado hace un año en el Festival Sundance, ha obtenido variados reconocimientos desde entonces y esta semana fue nominado en la categoría de Mejor Documental -también había sido preseleccionada para postular a Mejor Película Internacional- para los premios Oscar que se entregarán el 25 de abril en Los Ángeles, en la 93 edición de la ceremonia. De esta manera comparte el camino seguido en los últimos años por No -la película de Pablo Larraín en 2012-, Historia de un Oso -de Gabriel Osorio y Patricio Escala- que finalmente obtuvo el Oscar a Mejor Cortometraje Animado en 2016 y de Una Mujer Fantástica, la cinta de Sebastián Lelio, ganadora en la categoría de Mejor Película Internacional en 2018.

La categoría releva desde hace 80 años la importancia del documental como género y ha experimentado enorme crecimiento y difusión en el mundo. En la actualidad goza de una interesante exposición a través de distintas plataformas. Algunos de los trabajos premiados son recordados por el gran impacto que generaron. Basta mencionar entre los ganadores de la estatuilla en los últimos años a Bowling for Columbine en 2002, An inconvenient truth en 2007 del ex vicepresidente de EE.UU. Al Gore o Free Solo en 2019. Para nuestro país, la nominación de El Agente Topo le da un reconocimiento que faltaba a quienes con gran dedicación y talento han centrado sus esfuerzos en el desarrollo de un género donde destacan obras como La Once -ganadora del Premio Goya-, también de Maite Alberdi, Nostalgia de la luz y El Patio, entre otras.

Este nuevo paso en el reconocimiento de la industria del cine a la actividad de los creadores nacionales da cuenta del importante avance que ha experimentado esta actividad en los últimos quince años. No solo se ha distinguido a las cintas señaladas anteriormente sino también el trabajo de directores, productores, actores y actrices y demás profesionales del séptimo arte, acumulando reconocimientos en los principales escenarios como Sundance, Cannes, Berlín y Venecia -basta recodar los premios obtenidos por la actriz Paulina García por Gloria. Ello ha favorecido también su participación en producciones internacionales, permitiendo posicionar y promover el talento nacional en distintos circuitos, lo que ha acrecentado a su vez el interés por participar en la creación audiovisual y potenciando el desarrollo en la profesionalización de la actividad.

Un ciclo virtuoso que ha impulsado al sector, abriendo un nuevo campo de negocios. Se han creado escuelas para la formación de profesionales del sector, han aumentado los aportes de fondos estatales y privados y ha habido más entidades orientadas a la promoción e inserción de las obras en el ámbito internacional. Todo ello sumado al hecho que la participación en festivales de cine ha facilitado la interacción de realizadores nacionales y extranjeros, abriendo nuevas oportunidades de proyectos conjuntos, inversión y proyección internacional.

Sin perjuicio de ello, y de lo pujante que venía siendo la industria en cuanto a estrenos anuales, la actividad al igual que muchas otras en el país, ha debido enfrentar serias dificultades y adecuarse a las limitaciones. La pandemia y las medidas adoptadas para enfrentarla llevaron durante el año pasado a detener muchos rodajes, cerrar salas, suspender o postergar festivales de cine y adecuarse a una nueva realidad donde las plataformas de streaming se han vuelto clave. Situaciones a las que por la misma razón se suman restricciones presupuestarias proveniente de menores aportes de fondos públicos, y una menor contribución de los privados, con el consiguiente efecto en proyectos que requieren de importantes recursos, sumado al inevitable impacto laboral en el sector.

Un escenario complejo cuyo futuro dependerá de la suficiencia de los aportes públicos y privados para retomar la senda, el mérito de los proyectos y su gestión, y donde la discusión sobre incentivos para las donaciones con fines culturales vuelve al centro de atención. Y si bien nominaciones como la de “El Agente Topo” favorecen la eventual captación de recursos a nivel internacional, de igual manera es importante avanzar en la formación de audiencias para el cine nacional, ya que aun cuando hay películas que han captado la atención con importantes cifras de asistencia a salas, otras, premiadas y reconocidas fuera del país, no obtienen la aceptación esperada del público local.

Más sobre:Editorial

¡Oferta especial vacaciones de invierno!

Plan digital $990/mes por 5 meses SUSCRÍBETE