Red pública de salud: el elefante en la habitación



SEÑOR DIRECTOR:

Cuando la CS ordenó a las Isapres aplicar la tabla de factores de la SIS, y antes fallaba en contra del aumento injustificado de los planes, la agenda pública de salud viró casi por completo hacia la denominada “crisis de la salud privada”.

El “Supremazo” puso en primera plana una compleja situación que se arrastra desde hace años, y que ya muestra sus primeros damnificados: prestadores privados con pagos pendientes y un escenario que amenaza su supervivencia; y pacientes que han tenido que acudir a recursos propios para atenderse.

Mientras esperamos con impaciencia la “fórmula” que nos permita salir de esta crisis cuanto antes y con el menor daño colateral posible, el elefante de la salud pública -con sus 15 millones de usuarios, ¡el 80% de la población!- lucha con desafíos gigantescos: largas listas de espera, colapso de las urgencias, infraestructura anacrónica y lentitud en la transformación digital, entre otros.

Destacado es lo que ha ocurrido con los Fondos de Emergencia Transitorios, enfocados en aumentar la producción en horario no institucional, con apertura de los establecimientos públicos de lunes a domingo, con lo cual se ha logrado una disminución en los tiempos de espera de cirugías no GES de casi un 50% en 2022.

Es de esperar que estos Fondos -comprometidos por el Presidente para todo 2023- no se reduzcan a una acción transitoria, si no que la experiencia acumulada se logre plasmar en una estrategia sostenible en el tiempo, de fortalecimiento de la red pública.

Francisca Crispi

Presidenta

Colegio Médico de Santiago

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