SEÑOR DIRECTOR

La renuncia de Soledad Alvear y la anterior de Mariana Aylwin , Eduardo Saffirio, Sergio Micco y de muchos otros destacados militantes a la Democracia Cristiana, no puede pasar inadvertida para quienes conducen ni para quienes hemos decidido permanecer.

Para muestra un botón que marca la importancia de los nombres que he señalado . El último congreso ideológico de la DC, hace ya una década (desconozco otro partido que haya hecho un esfuerzo de esa magnitud), tuvo el concurso de muchos, pero cualquier lista que reflejara el aporte en ideas y trabajo la encabezarían las cuatro personas hoy renunciadas. De eso estamos hablando, ese es el calado de las pérdidas.

No queda otra tarea que, sobre la base de la claridad ideológica, tener la capacidad de recuperar una impronta distintiva , reencantar a los desilusionados y de allí recuperar parte de la adhesión ciudadana perdida.

Jorge Burgos