Saltarse la fila



SEÑOR DIRECTOR

Con un gran sentimiento de impotencia (será porque tengo una hija con cáncer), he leído que el Ministerio de Salud ha postergado, para después del lunes 8 de marzo, la vacuna Covid-19 para los enfermos crónicos, quienes, junto a los adultos mayores, son el principal grupo de riesgo de esta mortal enfermedad. Y por orden progresivo de edad, mi hija no se vacunará hasta fines de marzo; un mes de agonizante espera mientras gente joven y sana se vacuna sin razón alguna.

Desgraciadamente se ha privilegiado, o cedido, a la presión de distintos grupos de poder. El Colegio de Profesores, quienes habiendo logrado la vacunación anticipadamente, se niegan a volver a clases dando inverosímiles excusas. Otros como bancos, aerolíneas y empleados públicos están vacunados mientras trabajan telemáticamente y los crónicos viven con terror a enfermarse y fallecer. Pero a nadie parece importarle.

¿Dónde quedó lo que gritaba la multitud a voz en cuello en octubre de 2019: la demanda de “un Chile más justo y solidario”? A la primera oportunidad, estos mismos grupos que gritaban hacen valer sus presiones para beneficiarse ellos, saltándose la fila, mientras que los vulnerables y postergados de siempre ahí quedaron, esperando no morir antes de que les toque su turno.

Espero que el señor ministro enmiende esta injusticia y que las personas no sean tan individualistas, preocupándose solo por ellos, sin importarles o mirar al que está al lado sufriendo.

Mónica Muñoz Ruiz Tagle

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