Sanción a árbitras de fútbol

SEÑOR DIRECTOR:
Que en el fútbol chileno existe discriminación de género no es novedad. Tampoco lo es que el arbitraje sea una institución que genera escasa confianza. Mala fama que ha crecido en las últimas décadas por el actuar poco oficioso de decenas de árbitros hombres. Caamaño 2002, Polic 2003, el “club del póker” 2012, Gamboa 2017 y el “caso árbitros” 2022, son casos en que ha tenido que actuar el Tribunal de Disciplina de la ANFP, determinando sanciones tras develar acciones poco éticas y contrarias a los estatutos.
En estos días fue el turno de Nahuelcoy y Tolosa, árbitras asistentes FIFA sancionadas con 40 partidos de castigo por “menoscabar (si es que es posible aún más) la imagen del arbitraje chileno”, al enviar un correo masivo realizando una denuncia sobre la cual no tenían pruebas. Una decisión excesiva, ya que no implicó ningún mal actuar dentro de la cancha, tomada unánimemente por los siete hombres que componen la primera sala del Tribunal.
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Los primeros registros de árbitras mujeres en Chile datan de 1919. Sin embargo, recién en diciembre de 2021, más de un siglo después, una mujer dirige un partido de Primera División. En ese intertanto, las mujeres –entre ellas, Nahuelcoy y Tolosa- han tenido que luchar, estudiar y perseverar por abrirse un espacio y sostener una trayectoria dentro del masculinizado arbitraje nacional. Un camino lleno de obstáculos culturales y estructurales, de competencia y juicios de valor por el solo hecho de ser mujer, que lamentablemente hoy suma una nueva barrera para el desarrollo de la mujer en el arbitraje y refuerza la urgente necesidad de incorporar perspectiva de género en las instituciones que regulan el fútbol nacional.
Carolina Cabello Escudero
Vicepresidenta Asifuch
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