Sistema de seguridad social
SEÑOR DIRECTOR
Una mujer, la ex Primera Ministra noruega Gro Harlem Brundtland, lideró en la década de los 80 un extenso trabajo de coordinación entre países, cuyo propósito fue analizar y replantear las políticas de desarrollo económico en un mundo donde las fronteras comenzaban a debilitarse ante el avance firme de la globalización.
En 1987, dicha comisión, que llevó por nombre el apellido de la ex Primera Ministra, entregó a las Naciones Unidas el resultado de sus extensas y consensuadas discusiones, quedando allí acuñado el concepto de “desarrollo sostenible”, entendido como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones.
Esta simple cuestión, que a muchos hoy nos resulta tan obvia, tan elemental, ha costado introducirla como una real y genuina perspectiva de desarrollo, encontrando escollos en la toma de grandes y pequeñas decisiones. Incluso en lo cotidiano.
Esta perspectiva que el mundo globalizado viene empujando desde esa época, ha empezado a permear aceleradamente el devenir de las sociedades modernas bajo la consigna de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Es de esperar que esta mirada logre también contagiar las decisiones que se adopten en todo orden, incluyendo, por cierto, el necesario rediseño de nuestro sistema de seguridad social.
Tamara Agnic
Socia y presidenta de Eticolabora
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