Solución dos Estados
SEÑOR DIRECTOR:
Frente al conflicto palestino-israelí, el consenso internacional consiste en la “Solución dos Estados”, basada en la legalidad internacional, reconociendo las fronteras de 1967 con Jerusalén Oriental como capital de Palestina. No obstante, el primer ministro israelí, en la reciente Asamblea General de la ONU, exhibió un mapa del “Nuevo Medio Oriente”, con Israel en todo el territorio, insinuando una próxima anexión de Gaza y Cisjordania.
En efecto, retirarse de las bíblicas Judea y Samaria tiene un costo para Israel, ya que implicaría recolocar a 800.000 colonos, a la vez que renunciar a la inversión realizada en infraestructura vial y de vivienda, explotación de la minería de potasio del Mar Muerto, producción agrícola del Valle del Jordán, y rentabilidad inmobiliaria de los suburbios de Jerusalén, que quedarían en el naciente Estado de Palestina.
Los costos de una eventual anexión son mayores, ya que podría poner en riesgo el carácter judío del Estado. Además de incrementar el índice Gini y de reducir el PIB per cápita, un hipotético Estado Binacional de 15 millones de habitantes tendría 7 millones de judíos y 8 millones de árabes. Como democracia con voto universal, Israel se arriesgaría a que una mayoría parlamentaria árabe derogue la fundamental “ley nación” y elija a un primer ministro palestino.
Gaza inclina la balanza. Sin los dos millones de gazatíes, Israel mantendría su mayoría judía. El conflicto actual parece responder a dicha lógica, con acciones militares para reducir la población de Gaza y desplazarla hacia el Sinaí. Una antesala de la anexión.
La comunidad internacional debe insistir en la urgente implementación de la “Solución dos Estados”, para dar un corte definitivo a este conflicto que ya lleva 75 años y que ha costado la vida de tantas personas de ambas naciones que anhelan paz y prosperidad.
Jorge Daccarett
Ex embajador de Chile
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