SEÑOR DIRECTOR:
El Sr. José Francisco Lagos, director de Res Publica (instituto que participó activamente en la última campaña presidencial de la derecha), ha denominado en su carta dominical la situación educacional del país como “Transantiago educativo”. El utilizó tres ejemplos:
1. “La falta de cupo para 800 estudiantes”. Lamentable, aunque equivale al 0,03% de la matrícula total del país.
2. “Decenas de miles de estudiantes han abandonado la educación formal y el ausentismo se está transformando abruptamente en una regla general”. Lamentable, pero aunque él no da cifras para su vaga afirmación, es necesario aclarar que estas no difieren demasiado de las que históricamente han existido en esta materia, y cuyo aumento es atribuible a los coletazos de la pandemia.
3. “La grave situación en Atacama y la situación particular en Antofagasta”. Son situaciones puntuales de lamentar, que obedecen a la selección inicial defectuosa de las autoridades de la educación pública en esas regiones.
¿Configuran estas tres situaciones un “Transantiago educativo”, una verdadera catástrofe educacional, atribuible según él a las reformas educativas más recientes? No, son situaciones menores y puntuales. Hay que preguntarse por qué omite mencionar, por ejemplo, que el aumento de 9 puntos en Matemáticas de 4° básico, a nivel nacional, es el más significativo de los últimos diez años, y que, en promedio, los Servicios Locales de Educación Pública lograron mejoras en sus resultados en todas las asignaturas y niveles, incluso superiores a todo el resto del sistema escolar. Me respondo: su carta forma parte de una campaña deliberada para desacreditar las reformas de la Ley de Inclusión y la Ley de Desmunicipalización, y emprender lo que la UDI ha llamado formalmente la “contrarreforma educativa”, que probablemente se desplegará a plenitud en la próxima campaña presidencial. El propósito de la primera ley es disminuir la grave segregación social del sistema escolar chileno y acercarlo así a las políticas de la OCDE en esta materia, y el de la segunda es sacar la gestión de las escuelas públicas de los municipios, aquejados con lamentable frecuencia de incidentes de corrupción y de pésima gestión de las escuelas a su cargo. Esas sí que eran verdaderas catástrofes educativas.
Mario Waissbluth
Fundador y expresidente de Educación 2020
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.