Cartas al Director

Un patrimonio frágil

SEÑOR DIRECTOR:

La reciente noticia sobre la restauración del ascensor Artillería de Valparaíso, gracias a un convenio entre Asmar y el Ministerio de Obras Públicas, debería ser motivo de alegría para quienes amamos esta ciudad. Sin embargo, también nos recuerda la profunda fragilidad del patrimonio porteño, que muchas veces parece condenado a vivir entre promesas y demoras.

El patrimonio cultural no solo brinda honor y sentido de pertenencia a quienes habitan Valparaíso, sino también a quienes lo visitan y admiran. Cada ascensor detenido, cada edificio en ruinas o mural cubierto por el descuido, erosiona no solo el paisaje urbano, sino también la memoria viva de una ciudad que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por su valor histórico y simbólico.

Que el ascensor Artillería vuelva a funcionar es una buena noticia, pero no debería ser una excepción que celebramos cada década, sino una política constante de respeto, mantención y gestión del patrimonio. El verdadero desafío no es restaurar lo que se ha perdido, sino cuidar lo que aún resiste.

Felipe Pavez Torrealba

Profesor de Derecho Ambiental

Universidad San Sebastián

Más sobre:PatrimonioValparaísoCerro ArtilleríaAscensor

¡Aprovecha el Cyber! Nuestros planes a un precio imbatible por más tiempo 📰

Plan Digital$990/mes SUSCRÍBETE