Compensar después de los excesos de fin de año: ¡No tienes que hacerlo!

Llegamos a la época del año en que empezamos a buscar compulsivamente en internet y redes sociales dietas, detox y formas de hacer como si todo lo que comimos y tomamos en las fiestas nunca hubiera sucedido. Porque aunque durante las cenas navideñas y de Año Nuevo brindamos diciendo que la vida es para vivirla, tomarla y comerla, a la mañana siguiente solemos sentir algo de culpa y remordimiento por lo disfrutado.
Este contexto es caldo de cultivo para influencers y “amantes de la nutrición y la vida sana”, quienes no dudan en enseñar sobre sus técnicas para desintoxicar el cuerpo y bajar rápidamente los kilos subidos. “Si me funcionó a mi, te funcionará a ti”, van a decir o “Si yo pude, tu también podrás”. Pero antes de saltar a la piscina sin agua y seguir consejos de personas que no saben nada de tu historia, hábitos ni metabolismo, veamos qué dicen los expertos.
“Puede ocurrir que después de una cena especial, en la que se comen cosas diferentes a lo habitual, queramos comer más para disfrutar las distintas alternativas que tenemos al alcance. Si eso te hace sentir pesada no hay una receta para solucionarlo, pero nunca debes compensar ni ayunar en los días posteriores”, asegura la nutricionista experta en Trastornos Alimentarios María José Chousal.
Si es que te sientes mal físicamente después de una comida grande, la especialista recomienda que te preguntes por qué comiste de más y analizar la posibilidad de haberte restringido previamente. “Esto hace que comamos con mucha más hambre”, explica.
Es por esto que la principal recomendación es siempre alimentarnos de manera intuitiva, cosa que iría de la mano con comer de forma consciente. “Esto quiere decir que es importante conocer las propias señales de hambre y saciedad, que debemos darnos el permiso incondicional de comer lo que queramos y cuando queramos”, recomienda Chousal y agrega: “Esto hará que nunca más comamos de más, porque al conocernos sabremos cuándo parar y que podemos comer sin restricciones. Así podemos confiar en nosotros y nuestros cuerpos y no vamos a pasar un mal rato con la comida sino que, al contrario, será un momento de absoluto disfrute”.
El tema del alcohol es importante en estas fechas. Beber con moderación, siendo mayor de edad, no debería presentar problemas, pero en este caso hay que cuidarse de los excesos que sí podrían ser nocivos. “Si tomamos de manera moderada no habría que recurrir a medidas adicionales para rehidratarnos. En teoría, el alcohol también debiera consumirse de forma consciente, la idea es poder disfrutar de una rica copa de espumante, pero no irse a los extremos”.
Ahora, si crees que vas a tomar más alcohol de lo habitual, desde el Servicio de Salud de Reino Unido tienen algunas recomendaciones para evitar la sensación de resaca:
- Primero, lo evidente. No bebas más allá de lo que sabes que tu cuerpo es capaz de resistir. Si no sabes cuánto es eso, toma alcohol con precaución.
- No bebas con el estómago vacío. Recomiendan consumir previamente carbohidratos como arroz o pasta, o grasas saludables. Estos alimentos ayudarán a que el cuerpo se demore más en absorber el alcohol.
- Evita tragos oscuros, muchas veces cuentan con químicos que irritan el tejido cerebral, empeorando las resacas.
- Toma agua entre cada bebida alcohólica. Ojo, las bebidas carbonizadas no sirven.
- Asegúrate de beber un vaso grande de agua antes de dormir y mantén agua cerca de tu cama para tomar de a poco durante la noche.
Y recuerda que lo mejor que puedes hacer por tu cuerpo y bienestar luego de un exceso es ser amable contigo misma y entender que el organismo se recuperará por su cuenta, especialmente si priorizas una alimentación balanceada.
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