Cuarentena en imágenes: “Como familia hemos puesto todo de nuestra parte para poder transitar este período con esperanza”

Invitamos a distintas fotógrafas y fotógrafos a retratar su nueva realidad cotidiana durante la cuarentena. Esta es la mirada de Paz Olivares Droguett.




“Cuando recién comenzó todo, no sentí mucha diferencia con nuestra vida normal. Ambos somos trabajadores independientes, por lo que estamos acostumbrados a combinar el trabajo con lo doméstico. Pero estar encerrados desde el 16 de marzo se nos ha hecho muy agotador.

Me angustia pensar en mis hijes y siento frustración con toda la incertidumbre que hemos tenido que sostener.

Desde octubre que estamos lidiando con un cotidiano super exigente, donde quedó suspendido un proceso de transformación tremendamente necesario y que hemos esperado por años. Pero como familia hemos puesto todo de nuestra parte para poder transitar este período con amor y esperanza.

En la casa tenemos las cosas definidas. Nos dividimos el cuidado de les niñes día por medio y los domingos son libres. Además tenemos tareas fijas, y como yo soy quién da leche, Matías es quién cambia pañales. Eleonora está con clases online tres días a la semana y Amadeo tiene una buena rutina de sueño, así que hasta el momento todo está bastante organizado. Siempre desayunamos juntes y luego arrancamos con las labores del día. Cada vez que podemos, compartimos un mate y ajustamos algunas tuercas.

Mi segundo hijo nació justo antes de empezar el confinamiento. Y si tuviera que elegir una palabra para definir tanto mi último trimestre de embarazo, sería incertidumbre. Tener un hije siempre es aventurarse. Un paso que damos hacia el vacío, sin tener ninguna seguridad de hacia dónde nos dirigimos.

Su llegada tenía un sabor especial porque estaba todo el ambiente enrarecido post 18 de octubre. Amadeo llegó el último día de enero, y en ese momento el coronavirus no era algo de qué preocuparse porque todavía no estaba lo suficientemente cerca. Pero cuando empezamos la cuarentena voluntaria, él tenía un mes y medio, y la verdad es que muchas personas que queremos no lo conocen aún. Ya cumplió 5 meses y es fuerte saber que nunca lo vieron como guagua. A veces los miro y pienso en qué mundo les tocará crecer.

Con Matias hemos trabajado estos años para hacer lo más equitativa posible la crianza. Pensamos que es muy difícil que una persona que no participa del día a día con sus hijes sepa el tremendo trabajo que implica y lo complejo que es criar. Pero que a la vez, ese trabajo es el que te conecta con ellos y nos convierte en sus padres.

La idea de lo que debe ser un hombre, ha sido construida sobre la base donde fuerza, dinero y razón son características superiores a empatía, amor y comprensión. En este sentido guardo más esperanzas sobre el mundo en el que crecen, porque siento que de a poco y con mucho trabajo se ha ido mejorado y ampliado ese concepto.

Después de todo, aunque tenemos días más oscuros que otros, siempre hay un rayito de sol que nos ilumina”.

Paz Olivares Droguett está pasando el confinamiento en su ciudad natal, Valparaíso. Vive con su pareja, Matías, su hija Eleonora y su hijo Amadeo, que nació hace 5 meses. Además, pasan la cuarentena con su mamá Teresita y sus dos hermanas.

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