Cuarentena en imágenes: “Creo que el tener poca actividad física hace que el frío se sienta más fuerte”

Invitamos a distintas fotógrafas y fotógrafos a retratar su nueva realidad cotidiana durante la cuarentena. Esta es la mirada de Ana Paula Devotto.




“Nuestra cuarentena comenzó a mediados de marzo, cuando aún sentíamos un aire cálido, usábamos ropa liviana y desayunábamos o contestábamos emails en la terraza.

Al cambiar el clima el encierro se fue notando cada vez más y las actividades se trasladaron al interior de la casa y el estudio. Después, el perímetro se redujo a dos metros alrededor de la estufa. Creo que el tener poca actividad física hace que el frío se sienta más fuerte.

Luego de muchos años trabajando remoto para varios países, abrí mi estudio en Chile. Así es que el teletrabajo ha sido siempre para mí la forma de trabajar. Además, tenemos el beneficio de tener el estudio al lado de nuestra casa, lo que nos permite seguir trabajando y tener separado el desorden de las producciones que el de nuestra vida cotidiana.

Para despejarnos hemos estado jardineando bastante. De hecho, Jaime se está volviendo un experto. Me gusta mucho estar con él por que ama las palabras y siempre encuentra la justa combinación para expresar una idea. Tiene la capacidad de ver las cosas desde ángulos muy distintos a los míos.

Como el periodo que abarca nuestra cuarentena es relativamente largo, las sensaciones han ido variando. Al principio me entusiasmó ver cómo las personas del barrio se organizaban; los que quedaron sin trabajo comenzaron a ofrecer servicios. Otros, organizaban la colaboración con las ollas comunes.

Luego entramos en un periodo de reflexión y nos dimos cuenta de que todo lo necesario lo teníamos más al alcance de lo que pensábamos, entonces comenzamos a cambiar hábitos de consumo. Ahora todo lo que compramos es 100% en el barrio. Así vamos ayudando a los vecinos comprando frutas, verduras, artículos personales y artículos de higiene.

Valoro esas pequeñas libertades que tenemos, de elegir qué consumir, de ser buenas personas con quienes nos rodean.

Extraño mucho ir donde mis viejos, conversar durante todo el día y volver de noche. Echo de menos caminar por ese Santiago gris en invierno, cuando el frío te pincha la cara. Y si bien no se puede extrañar lo que no se tuvo, ahora sí quiero eso que antes negaba, como juntarme con gente y tener vida social. ¡Ahora si quiero hacerlo!”.

Ana Paula Devotto vive con su pareja, Jaime (43), en Barrio Yungay.

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