Paula

La sensibilidad galopante

Luego de probar suerte como solista, Denisse Malebrán se ha reencontrado con Saiko y trabajan en un nuevo disco. Aquí admite que el defecto que más deplora de sí misma es ser sensible hasta lo intolerable, lo que la hace ser impredecible y cambiante.

Paula 1116. Sábado 2 de marzo de 2013.

Denisse Malebrán, ¿cuándo Saiko decidió reunirse?

A fines del año pasado nos juntamos a comadrear. Cuando íbamos como en el segundo asado, nos surgieron las ganas de hacer algo

juntos: nos echábamos harto de menos.

¿Y para qué se separaron?, pregunto yo.

Porque a uno le da la indiada a veces. Yo me fui en 2006 porque estaba pasando por un mal momento y a veces uno toma decisiones

apresuradas, pero no me arrepiento fíjate. Me sirvió para valorarme y aprender. Tuve que valérmelas por mí misma y eso siempre

es bueno. Fue un tiempo de extrañarse harto, pero creo que a todos nos sirvió. Volvimos con más fuerzas que nunca y estamos

trabajando en un nuevo disco.

¿Qué tienen los grupos que llevan a los vocalistas a tomar la decisión de querer hacer una carrera como solistas?

Hay momentos en que la convivencia en grupo es difícil y dura. En los viajes, por ejemplo, pasas mucho tiempo con los técnicos, los músicos, los managers y se empiezan a crear roces que uno no resuelve bien. Necesitaba un espacio y un tiempo para estar más sola. Se había producido un agotamiento.

Andar de gira debe ser muy cansador.

Es muy agotador, sí. Pero, además, es un medio bien de hombres. Soy la única mujer y mis compañeros de grupo son bien machistas.

¿Qué es lo difícil? ¿Que tú tienes que preocuparte de tus hijas y ellos en cambio tienen una señora que se queda en Santiago y cría a los niños?

¡Exacto! Yo creo que es bien distinta la realidad de la mujer a la del hombre músico, porque el hombre músico tiene alguien que se quede con sus cabros chicos. Yo tenía que arreglármelas como fuera y la carga es bastante diferente.

¿Nunca se te ha ocurrido dejar la música? Por lo mismo, porque tienes tres hijas.

No. La música es el gran amor de mi vida. Mi gran compañera. Me ha dado todo lo que tengo: jamás imaginé de que me iría tan bien en la música, a pesar del país en que vivimos. Entonces, la verdad es que no me imagino haciendo otra cosa.

¿Cuál es el defecto que más deploras de ti misma?

Soy súper cambiante, inestable emocionalmente. Soy súper de piel, entonces, cuando las cosas no son como yo espero, me voy a pique.

Así que inestable emocionalmente. ¿Cuántos años tienes?

Ehhh, hartos. Ya pasé la barrera de los 35.

¿Y te has vuelto más estable o eso no cambia?

Me he vuelto más estable. Lo que pasa es que hay cosas que son de estructura de personalidad. Tengo una sensibilidad más allá de lo tolerable y es difícil para la gente a mi alrededor estar empatando en ese sentido, de que hoy me siento bien y mañana mal.

Entonces, en pareja eres insufrible.

Sí, fíjate. Tengo otras virtudes pero mi estado emocional es bien difícil de llevar, es medio galopante.

¿Y eres muy difícil porque eres muy cambiante, exigente?

No soy exigente, soy relajada. A lo que voy es que soy poco estructurada, entonces, alguien estructurado se puede llegar a volver loco conmigo. No tengo ningún tipo de rigidez.

¿Y tu casa es media caótica con tres niñitas, tres ex maridos?

Soy desordenada porque no tengo horarios. Nunca sé a qué hora voy a ensayar la otra semana o qué voy hacer el fin de semana.

Pero me gusta mi casa bonita y todo en su lugar. Y no tengo tantos ex maridos, la prensa miente.

¿Cuántos ex maridos tienes?

Ninguno, porque no me he casado, soy soltera.

¿Pero tú tienes tres niñitas con tres parejas distintas?

Sí. También aclaro que no son todos del grupo. El único que fue mi pareja fue Luciano, con quien tuvimos a Antonia, pero ambos nos emparejamos hace muchos años.

¿La prensa había inventado que tú habías andado con todos los de Saiko?

No, pero decían que trabajaba con todos mis ex. Mira, es normal que uno quiera ayudarse con la gente que quiere. Efectivamente,

he trabajado con el papá de mi hija mayor, pero no toca en el grupo; es decir, me están metiendo a mis dos últimas ex parejas en el mismo lote.

Ah, ya. ¿Y cómo tienes organizado el régimen de visita con tus ex? Un fin de semana con ellos, el otro contigo…

No tengo régimen de visita. Por eso te digo, no tengo estructura rígida. Si se quieren ir con el papá, que se vayan, si no, no van.Antes tenía esa estructura de cada quince días, pero la verdad es que ya no me resulta mucho.

¿Estás en pareja ahora?

Sí, con el papá de mi hija menor.

¿Hace cuánto tiempo ya?

Cuatro años.

¿Cuál ha sido la clave para permanecer al lado del mismo hombre?

Puro amor, porque no ha sido fácil. Ha sido una historia difícil de llevar, principalmente porque los dos tenemos vidas similares y una historia particular: varios hijos entre los dos y armamos un lote.

¿Cerraste la fábrica o vas a intentar otro hijo?

No, estás loca. La fábrica está cerrada completamente.

¿Cuál es tu mayor defecto como mamá?

Soy pésima apoderada. No compro los libros que les piden.

¿Tus hijas sufren un poco con eso o no?

La del medio, que es muy matea, llora porque la mamá no le trajo el libro. Pero la mayor es igual que yo: relajada, le da lo mismo.

Hablando de sexo, ¿qué cosa o circunstancia te anula la libido?

Soy celosa, así es que cualquier sospecha de que alguien le anda coqueteando a mi pareja o que él tiene interés en alguien, me

mata.

¿Eres medio celópata?

No, pero piensa que yo viajo y de alguna manera tienes que tener confianza en tu pareja. Pero no me gusta tener minas cerca de él.

Cuando te miras al espejo, ¿qué parte de tu cuerpo no logra conformarte, Denisse?

Nunca me han gustado mis brazos ni mis piernas, porque soy como gordita de brazo y pierna. Pero lo he aceptado con dignidad.

¿Has entrado al quirófano para arreglar algún detalle?

Me he pegado sus arreglines. Me arreglé las pechugas. Hay gente que dice no a la cirugía. Yo me pregunto: ¿por qué no?, si es como teñirse el pelo. No creo que sea un pecado ayudarse con la ciencia, pero tampoco me voy a transformar en esas señoras que tienen cara de pescado de tan operadas que están.

Antes de terminar, quiero que le mandes un recado, un consejo al Presidente.

Le quiero decir al Presidente que me robaron mi auto y nunca apareció y él prometió eliminar la delincuencia de raíz.

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