Moda Primera piel: “Me costó mucho amar mi cuerpo y entender que es válido solo por ser”




Si la protagonista de estas fotos fuera flaca, su peso no sería parte de la entrevista. No hablaríamos de cómo se sintió posando en ropa reveladora y apretada, ni sobre las imágenes sugerentes que últimamente sube a su Instagram. Seguramente no se le preguntaría si se sintió cómoda haciendo estas fotos.

La estudiante de cuarto año de Derecho Doreny Sepúlveda (25) no se parece a las modelos que suelen colgar de los kioscos, pero sí a las mujeres con las que nos encontramos en la oficina, en la calle, en el supermercado y en la farmacia. Se parece a nuestras amigas. Ni plus ni XL, porque los cuerpos son cuerpos y no necesitan apellido. Tal como escribió en sus redes hace algunas semanas: “Soy gorda. No como una ofensa, sino como un hecho. Me costó mucho amar mi cuerpo y entender que es válido solo por ser”.

Y es que este año de cambios comenzó un proceso de terapia psicológica que le abrió la mirada a distintas perspectivas y la invitó a concientizar aspectos de su vida que la ataban sin que se diera cuenta. Y se nota, incluso en sus redes sociales, donde hace meses muestra un estilo de imágenes distinto, con ropa más sugerente y mostrando más piel, pero no como una causa con la que esté abanderada, sino que con la normalidad de quien nació con un cuerpo y descubrió que si quería mostrarlo tenía todo el derecho a hacerlo.

Hace seis años fui mamá, y en ese momento me empecé a cubrir y a usar ropa ancha, porque encontraba que no me iba a ver bien con otra cosa. Pero hace poco me adecué a mi cuerpo, a que soy gorda. Y eso no me molesta. Uso ropa apretada y escote, porque me gustan mis pechugas”, cuenta. Doreny se molesta y encuentra ofensivo cuando le dicen que es valiente o que quisieran tener su autoestima por las fotos que publica. “¿Acaso debería esconder mi cuerpo porque incomoda a otros? Durante la adolescencia sentí que mientras menos espacio ocupara en el universo, más válida era para los demás. Pero luego de este proceso me di cuenta de que a mí nunca me molestó, solo me lo cuestionaba porque sentía que al resto sí les molestaba y que tenía que encajar”.

La comodidad de ser

Pocas cosas son tan cómodas como sentir que somos libres de ser quienes somos y que no tenemos que encajar en el mundo preconcebido de nadie. Doreny heredó su nombre de su mamá, quien, a su vez, recibió el suyo porque su padre escuchó que alguien llamaba así a una niña en la calle y le gustó. De su progenitora también sacó el amor por las flores y, de hecho, trabajan juntas en una florería que tienen en Independencia.

“Desde muy chica tiene esa tienda y trabajar con ella me hace sentir capaz, a diferencia de lo que me pasa con el Derecho, donde al ser más subjetivo a veces me siento más cuestionada. Con las flores, en cambio, me permito explorar un lado más artístico. Me encanta entregar los pedidos y ver qué cara ponen los clientes cuando ven sus arreglos. Siempre se emocionan y se ponen felices”, explica sobre esta pasión compartida con su madre.

Y es que aunque sus estudios –que le encantan– ya forman parte de su vida, siguen siendo parte de un mundo en el que hay que pasar etapas y pruebas para poder pertenecer. Es como un gusto adquirido, algo que puede ser muy positivo, pero donde al mismo tiempo está esa sensación de estar constantemente caminando sobre un lago congelado, dispuesto a quebrarse al primer error. En cambio, en la florería de su mamá es libre de ser ella misma, de armar arreglos como cree que se van a ver lindos. De dar ideas, de marchar a su ritmo.

Paradójicamente, esta sesión de fotos fue un momento en el que se dio una importante revelación al respecto. Doreny está acostumbrada a maquillarse con muchos colores y a dar énfasis a sus ojos, casi siempre con potentes smokey eyes que llaman la atención. Su pelo, en tanto, suele estar suelto y aleonado, porque le gusta, porque es llamativo, pero también porque sirve de cortina, de filtro para pasar desapercibida.

“Me encantó el maquillaje que me hicieron y me sorprendió mucho de que me gustara tanto, porque suelo usar mucho color. Cuando Álvaro me pidió que me tomara el pelo fue raro, porque nunca lo hago. Y encontrarme bonita con este maquillaje tan sutil y con la cara despejada fue increíble. De verdad fue una sorpresa”, confiesa. “Recién cuando me vi tan desnuda y con la cara tan descubierta me di cuenta de que me escondía detrás del pelo”. Pero Doreny Sepúlveda, la florista que va a ser abogada, hace mucho rato que no tiene nada que ocultar.

Body, $19.990, Tricot.
Polera, $19.990, Wados / Calzón, $11.990, Tricot.
Calzón, $12.990, Tricot / Top, $14.990, Tricot.
Izq. Peto, $7.990, H&M / Calzas, $19.990, Puma. Der. Calzón, $11.990, Tricot / Peto, $9.990, H&M.
Izq. Vestido, $14.990, Sybilla en Falabella Der. Entero, $32.990, Wados.

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