Teoría de la olla de presión: Cómo la pandemia aceleró algunas relaciones y cómo lograr que perduren en el tiempo




En términos sexo afectivos, el coronavirus y la cuarentena que lo acompaña han tenido un efecto en la sociedad que no se puede negar. Dificultades para verse con las parejas puertas afuera, la obligación de citarse en los espacios privados y la imposibilidad de conocer a alguien fuera de las redes sociales o aplicaciones de citas son algunas de las razones por la que en los últimos meses hemos visto cómo algunas parejas dan pasos a velocidad acelerada.

A esto, The New York Times le llamó “olla de presión”, pues mientras muchas parejas formadas pre pandemia tomaron la decisión de convivir antes de lo planificado para no pasar la cuarentena solos, otras personas se han conocido solo a través de dispositivos electrónicos, haciendo que la añoranza aumente el deseo e intensifique los sentimientos.

Los tiempos de convivencia normales se vieron incrementados significativamente y a esto se sumó todo el estrés de estar puertas adentro, de la inestabilidad de los trabajos y de los propios estados de ánimo de los sujetos frente a estadías muy prolongadas al interior de lugares donde no tienen opción de ir a ninguna parte para liberar las emociones y energías acumuladas”, explica la psicóloga clínica magíster en Sexología en formación de INASEX, Paulina Funes, quien coincide con esta teoría postulada por el medio estadounidense.

En el caso de las parejas que aceleraron la decisión de convivencia, asegura que no se trata de haberse tomado a la ligera lo que esto podía significar, sino que pecaron de optimismo. “No es solo la convivencia, es la convivencia en el encierro, entonces todo lo que por lo general vas conociendo del otro y mostrando de ti se intensifica y se apura, y se produce una acumulación de emociones que tienen que salir por alguna parte. Y esa parte puede significar mayor irritabilidad de lo que sería razonable en esa etapa de la relación”, dice Paulina.

Esto, según la especialista, tendría efectos en la sexualidad de las parejas, pues así como en las primeras semanas de convivencia en cuarentena la frecuencia e intensidad de las relaciones sexuales aumentan, con el tiempo se produce una suerte de desinflado a propósito de esta irritabilidad.

Distinto es el caso de personas que no se conocían previo a la cuarentena, pero que durante el confinamiento se conocieron a través de redes sociales o aplicaciones de citas. “Se produce un proceso de idealización del otro, es como una cosa adolescente”, dice. “En vez de buscar una pareja con los dos ojos abiertos, la buscamos con un ojo abierto y otro cerrado, sin hacernos cargo y sin poner atención a los elementos que indican que pudieran o no ser compatibles con nosotros”.

Más que un loco amor de cuarentena

Que una relación haya nacido en medio de la pandemia no quiere decir que esté condenada al fracaso. Pero hay que tomar medidas conscientes si se quiere apostar por el largo plazo.

“Debemos estar bien conscientes de que las condiciones en que estuvimos en pandemia son excepcionales, por lo que es importante darle una oportunidad a la relación en condiciones normales”, dice Funes y agrega que es importante que las parejas comprendan que la situación de pandemia los puso en un nivel de tensión superior a lo que van a vivir en el futuro, por lo que las experiencias que tuvieron no van a repetirse de la misma forma.

“Hay una buena probabilidad de que mejore la relación después de la cuarentena. En el caso de las parejas que se añoraron, aconsejaría que se tomen las cosas con calma ahora que se van a poder ver y que aprovechen de conocerse bien para aterrizar esa sensación de idealización que se dio durante este tiempo”, dice, agregando que la prudencia no tiene por qué significar una aburrida calma.

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