Audiolibros: las alternativas gratuitas y pagadas para escuchar literatura

Ilustración: Jorge Roa.

El formato digital de los libros, a nivel mundial, superó la marca de los US $1.000 millones en ventas. Una forma de convencer a un público no acostumbrado a leer y que en Chile cuenta con opciones tanto en suscripciones como gratuitas, que buscan volver a recuperar la imaginación de los auditores.


Julia Chardavoine ha recorrido por meses librerías de Ciudad de México buscando algún título de Nona Fernández, una de las escritoras chilenas más importantes de su generación. Ella sabe que la misión no es sencilla, porque conseguir un libro publicado por una editorial independiente nacional es complejo, considerando que las tarifas de aduna, transporte o el precio en papel hace crecer su valor y dificulta su acceso. Para esta traductora literaria francesa los nuevos formatos, entre ellos el audiolibro, son la alternativa digital para unificar el mercado editorial hispanohablante. En formato físico ha encontrado un libro de Nona Fernández, mientras que en su versión en audio ha podido disfrutar las historias ambientadas en Santiago, con las que la dramaturga ha llamado la atención de la crítica y los lectores.

El audiolibro es un formato que se remonta al tiempo de la radioteatro, y que en los últimos años ha mejorado y ampliado sus contenidos, sobre todo el catálogo en español, que a diferencia del angloparlante, ha comenzado su expansión desde hace menos de cinco años. Chardavoine es directora de Bookmate para Latinoamérica, app que permite leer y escuchar miles de libros en más de 19 idiomas, combinando el formato con libros electrónicos. Creada hace 10 años en Europa, ha sido en los últimos tres años donde se ha fomentado su desarrollo en Latinoamérica, logrando un mayor impacto en países como México, Argentina, Colombia y Chile, en nuestro caso tras su arribo oficial en mayo pasado.

La directora de Bookmate analiza que el audiolibro es una forma de explorar y leer en otras situaciones, pensado que el texto físico no siempre se anda llevando a cada lugar, más si el teléfono que está presente en nuestros bolsillos. “Si estás esperando en la cita de un doctor, pues puedes avanzar en tu lectura si quieres y prefieres lo electrónico, como también si estás corriendo o cocinando puedes escuchar un libro”, ejemplifica.

Con una suscripción tipo Netflix, pagando un monto fijo para acceder a contenido ilimitado, Bookmate se suma a las distintas iniciativas como Storytel o Audible de Amazon, que están siendo la perfecta alternativa para los usuarios, ya que el 88% de los audiolibros se consumen a través de plataformas de suscripción, según un reciente estudio elaborado por Bookwire. Todas estas apps comparten características similares, ofreciendo la posibilidad de elegir un número importante de títulos que van desde la ficción a temas de desarrollo personal, donde al elegir un audiolibro puede hacer marcas personales, definir la velocidad, e incluso cambiar de formato al interior de cada app, escuchando un rato para luego seguir en su versión ebook.

Menú central de Bookmate, app de audiolibros presente en Chile.

Los audiolibros representan una industria en crecimiento, que se espera que para el año 2030 alcance los 20.000 millones de dólares, y que en la región ha conseguido más adeptos, tras las primeras medidas por la pandemia. José Alberto Parra, director de Storytel para América Latina, vislumbra un antes y un después en su masividad, y considera entre las razones de su éxito a la fatiga digital exacerbada por el teletrabajo. “Después de un año y medio así, hay una fatiga digital generalizada. Estás trabajando siempre bajo una pantalla y muchos luego van a ver una serie. Creo que vale muchísimo la pena como consumidor descansar tus ojos”, manifiesta, sumando a ello que algunas madres usuarias de la aplicación le han señalado en comentarios que han hecho de los clásicos cuentacuentos una dinámica para alejar a sus hijos de lo digital. “Nos hemos vuelto muy pasivos a la hora de consumir contenido. Vale mucho la pena volver a imaginar”, agrega.

Parra relata que en los primeros meses encerrados en las casas se formó un hábito que favorece al consumo de los audiolibros. “Cuando comenzamos a operar en Latinoamérica, vimos que había una gran oportunidad, al ser una región con un índice de lectura bajo. Hay mucho consumidor que se está yendo directamente al audio”, asegura, pensando en la convivencia de los tres formatos, y que para la industria no ha significado una baja en las ventas, siendo experiencias completamente diferentes. Incluso en los mercados más desarrollados, entre el 15 al 20% de consumidores de audiolibros eventualmente compran el libro físico según Parra, generando un círculo beneficioso para el autor y la editorial.

Hace unos meses, en la aplicación lanzaron “La historia sin fin”, el clásico infantil del escritor alemán Michael Ende, que desde que se publicó en 1979 ha sido un éxito tanto en ventas como en su versión cinematográfica de 1984. Es la primera vez que las aventuras de Atreyu llegan al audio, y para el director de la compañía en la región su arribo se ha robado la atención. Aunque uno haya visto o leído la historia, la experiencia siempre será enriquecedora. Ese título se suma a los más de 280 mil ofertas de de audiolibros en español y en inglés que cuenta la empresa, y que cada día va adhiriendo contenido original.

Detrás del audiolibro

Los audiolibros representan en la actualidad una industria de 5.000 millones de dólares anuales a nivel global, y empresas como Deloitte apuntan a que la categoría en América Latina y el sudeste asiático va a crecer en dos dígitos durante los próximos tres años. Al ser un negocio que ha llegado con opciones similares al streaming, para los directores de las apps el formato de suscripción es un modelo de pago popular, siendo Chile uno de los mercados latinoamericanos con más interés en estas plataformas.

El formato ha ido evolucionando con producciones cada vez más complejas, donde el director de Storytel en Latinoamérica explica que han avanzado a que quienes narran no solamente tengan una buena voz, sino que posean una capacidad histriónica. Un trabajo en que el narrador se enfrenta al micrófono para dar vida a pasajes y personajes, y que involucra una producción más compleja de lo que parece. María Ignacia Hojas, actriz chilena residiendo en Los Angeles, California, ha sido la voz de importantes títulos de autoras como Isabel Allende o Patti Callahan, siendo una opción laboral que se está masificando entre los castings online que ocurren en la industria norteamericana.

Uno de los libros a los que dio voz fue a la versión en español de “De amor y de sombra”, el segundo gran éxito de Allende tras “La Casa de los Espíritus”; una producción que Hojas recuerda con cariño al ser su primera experiencia de este estilo, junto con que la misma autora la eligió para comandar la tarea. Un trabajo que dura 10 horas, y en el que reconoce en que hay mucha gente involucrada, entre directores, ingenieros en sonido y la misma actriz, grabando por intensas sesiones que llegan a durar hasta una semana si el libro no sobrepasa las 400 páginas, que requieren una preparación no solamente vocal, sino también interpretativa. “Hay que prestar atención a los detalles, a la serie de personajes que hay, qué calidad y qué voz le vas a dar, el tipo de narrador” relata la actriz, sumando que el proceso recae en juntar las diferentes capas para que la persona detrás de los audífonos no se de cuenta de que le están leyendo, sino que le están contando una historia.

María Ignacia Hojas preparando la grabación de un audiolibro.

En ese sentido, uno de los principales desafíos del formato a nivel empresarial es la grabación de títulos, aspecto que tanto en Latinoamérica y España implica una inversión base importante, y posteriormente difundirlos entre las apps mencionadas, que compran licencias a las principales grupos editoriales. Sebastián Rodríguez-Peña, director general de Penguin Random House en Chile, considera que el audiolibro vivirá una historia similar a la del ebook, que en el caso de la marca entró a dicho negocio en 2010, pero 7 años después recién empezaron a ver resultados económicos en el país. ”En pandemia, la venta de ebooks creció tres dígitos porcentualmente, pero estábamos preparados. Llevábamos 10 años haciendo sin ver muchos resultados, pero justo en el minuto que lo necesitamos teníamos los catálogos”, plantea, pensando en el potencial que está cobrando los “libros hablados”.

El audiolibro se suma como tercer formato en la familia de contenidos de la cadena, y es una de las prioridades del grupo editorial avanzar en poder tener la mayor cantidad de audios posibles; una tarea que están llevando a cabo con productoras locales, entre ellas las que están a cargo de traducir series de Netflix y telenovelas turcas. ”Hoy día producir un audiolibro es un negocio a largo plazo. Lo que estamos haciendo como empresa es sembrar y esperar unos años más para cosechar todo lo que es el esfuerzo que le estamos dedicando a nuestros autores locales” asegura Rodriguez-Peña, apuntando que toda nueva apuesta literaria que salga por Penguin Random House tendrá sus tres formatos: físico, ebook y audiolibro.

En la misma línea, Julia Chardavoine de Bookmate señala que están trabajando con la editorial chilena Laurel, pensando en septiembre lanzar el primer proyecto en conjunto, donde la empresa internacional se encarga de la producción del contenido auditivo, esperando contar con un representante en Santiago para potenciar las colaboraciones con editoriales independientes.

Si bien gran parte de las plataformas se pueden acceder haciendo un pago con tarjeta de crédito y descargándola a través de los servicios de cada smartphone, hasta hace un mes atrás no existía ninguna página local que apostara por su venta. BuscaLibre, el e-commerce criollo dedicado a la venta de obras literarias, agregó en sus categorías al audiolibro como opción de venta.

Boris Kraizel, CEO de la página, destaca que la apuesta parte con un catálogo de 5 mil títulos en audios, que irán aumentando en el tiempo. Para ello, también desarrollaron una aplicación propia de la marca disponible en Android o IOS, siendo un complemento pensando en nuevos públicos, lo que significa trabajar “con editoriales y escritores locales al 100 por ciento”. Asimismo, él agrega: “Todavía es un negocio que estamos descubriendo. Yo creo que es un camino que va a empezar a moverse, y esperamos que sea un éxito”.

Opciones gratuitas

A la par de las diversas aplicaciones, en Chile existen iniciativas que buscan democratizar su acceso. El Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas ha mantenido un trabajo sostenido con los audiolibros desde su inclusión en la plataforma digital en 2013, existiendo un crecimiento anual de casi 112 mil préstamos desde la apertura del servicio. Con más 1500 opciones disponibles, la directora de la entidad, Paula Larraín, considera que su atractivo se ha ampliado, luego que en un inicio fuera considerado para públicos con alguna discapacidad visual o adultos mayores, siendo la creación de la aplicación de la Biblioteca la que ha permitido que personas tengan una opción gratuita.

Larraín señala que entre los 10 audiolibros más adquiridos por la plataforma pública desde 2018 la obra nacional contemporánea toma fuerza, donde “La Dictadura” e “Historia Secreta de Chile”, de Jorge Baradit, lidera los préstamos junto a Isabel Allende y María José Navia. La directora del estamento público considera que el uso del formato no va a reemplazar la asistencia presencial a las bibliotecas del país, siendo un punto para complementar estos espacios comunitarios. “Este periodo ha traído otros acercamientos culturales de acceso y participación que nos parecen tremendamente interesantes de seguir profundizando” argumenta Larraín, incentivando el uso de la BPD a través de teléfonos inteligentes, accediendo solo con el rut y el correo electrónico.

El audiolibro es un formato que apela al desarrollo del hábito lector y el Centro Bibliotecario de Puente Alto lo entendió así. “Aló cuentonautas” es el nombre de un proyecto desarrollado por dicha institución, cuyo objetivo es enviar audiolibros a cada teléfono celular. Desde julio, los puentealtinos interesados reciben a través de WhatsApp novelas para niños o jóvenes y adultos.

Los audios serán compartidos dos veces por semana, uno por categoría, y son narrados por el equipo de mediación lectora del Centro Bibliotecario. Hasta la fecha, 588 interesados han recibido obras de todo tipo, con la clara intención de aprovechar los tiempos de traslado, poner atención y abrir su imaginación hacia mundos y momentos, demostrando que tanto en una versión abierta al público como en la variedad de opciones pagadas, el audiolibro busca ser el nexo para que más usuarios se vuelvan a encontrar con las letras.

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