Conciertos, neurociencia y publicidad: el retorno de los hologramas

Abba Voyage, el tour del cuarteto sueco que actualmente se realiza mediante hologramas.

Ver otra vez a ABBA en vivo se convirtió realidad hace pocos días, con el inicio del ABBA Voyage Tour y que, por su tecnología de punta, puso nuevamente en la palestra los avances y múltiples usos de la herramienta que simula un objeto 3D en un espacio vacío. Hoy, además de la industria del entretenimiento, campos como la ciencia, la medicina y el marketing requieren de los hologramas para innovar.


Los primeros críticos que pudieron ir a ver el show en Londres consideraron que fue un total éxito. ABBA Voyage fue un proyecto que se armó con años de preparación, y que se hizo realidad a partir de tecnología variada que llevaba a la vida al grupo ABBA como si aún estuviesen en los 70 frente a los ojos de todo un arena. El concierto, que se desarrolló hace algunos días como un recital normal, no tenía a los músicos reales sobre el escenario, sino que una ilusión de holograma computarizado que, con la ayuda de los movimientos reales pregrabados del grupo, dieron vida a una versión rejuvenecida de ellos mismos.

¿Cómo se logró? Este espectáculo virtual es una demostración de cómo ha avanzado la tecnología del holograma y de simulación del mismo para diferentes propósitos. En ese caso específico, la industria del entretenimiento recogió una de las nuevas técnicas que se utilizan para crear el show, que se basa en la ilusión óptica: en las pantallas del costado del escenario, los miembros de ABBA están en 3D, sin embargo en el escenario mismo, es una imagen en movimiento 2D plana en una pantalla LCD gigante de 65 millones de píxeles.

Esta técnica también es usada en el cine y está relacionada con la producción virtual, una actualización de la típica proyección de pantalla verde que se puede ver en los rodajes, que, a su vez, es más rápida y fácil de conseguir a través del posicionamiento de enormes pantallas LED donde se proyecta un fondo y los actores actúan frente a esta. Estos movimientos, que se lograron a partir de los movimientos reales de los músicos (quienes fueron a días de rodaje con puntos aplicados en sus trajes), luego se renderizaron con el fondo usando Unreal Engine 5, una de las opciones que más se usan en videojuegos.

La magia ocurre realmente en el espacio en el que este se proyecta. En el caso del show de ABBA, la ilusión óptica del holograma está dada por esta tecnología dentro de un entorno controlado y una arena oscura y completamente cerrada (de hecho, mucha de la escenografía y maquinaria dentro del recinto está construida solo para ese evento), lo que hace creer al espectador que se está frente a un holograma real cuando en realidad es solo una pared LCD gigante.

Después de 36 años, la banda sueca ABBA volvió a los escenarios en forma de holograma.

Así como las pantallas LED y sus proyecciones, existen varias formas de llevar un holograma a la realidad. Roberto Nappe, COO de la empresa tecnológica Appar y fundador de Virtual Factory Chile (hoy llamada PeumaLab), explica que en los últimos 10 años se han ido descubriendo nuevas formas de llegar a ellos y aquí en Chile se han probado sus diferentes formas. “Lo primero es diferenciar entre efecto de holograma y holograma real. Para muchos casos se necesita solo el efecto. Y a ese llegamos poniendo una especie de film transparente en un ángulo específico para proyectar una imagen 3D. También se puede hacer con espejos y con vidrios. Nosotros usamos un prisma”, explica. Con esta innovación, fueron capaces de cargar imágenes con efecto holograma para diferentes instalaciones en el país.

Su uso fue básicamente para un fin científico, educacional y cultural. En 2017, gracias a este prisma, participaron de un congreso de neurociencia que hizo la Universidad Mayor en Santiago. “Nos pidieron precisamente desarrollar diferentes tipos de hologramas para mostrar cerebros y otras partes del cuerpo y que la gente los pudiera ver y así aprender”, cuenta. En otra ocasión, pudieron crear ilusiones de hologramas para instalaciones artísticas en Pucón. “Fuimos a la exposición El Beso del Arte con esta tecnología, hecha completamente en Chile, y con eso logramos crear experiencias mucho más inmersivas para los asistentes y las obras de arte”, comenta Nappe.

En el apartado técnico, esto lo lograron gracias a un prisma que se pone sobre una pantalla creando un efecto óptico que se llama el fantasma de Pepper, donde una imagen se toma de un modelo 3D y se proyecta desde 4 ángulos diferentes, dando un efecto holograma. “Es lo mismo que se ha hecho en conciertos, como lo que pasó con el artista Tupac hace unos años”, dice el experto en tecnología.

Pero los avances no terminan allí. Si bien hoy incluso se pueden comprar por internet cajas que cargan imágenes 3D para proyectar y crear esta ilusión de holograma, hay otras técnicas un poco más refinadas que ya se están implementando para introducirlos a clases universitarias y congresos de ciencia. “A través de la proyección de láser, en la actualidad se puede alcanzar a modelar algo 3D en el aire con humo o agua, porque el láser choca con las partículas y crea la forma”, explica Nappe. En la generalidad, las experiencias de visualización del holograma tienden a ir mejorando cada vez más, dejando un poco atrás la idea que se tenía de este en la fantasía como lo que sucede en las películas de Star Wars.

Todas estas formas de ilusión vienen de la creación del holograma real. Este, y sus múltiples versiones, se utilizan hoy en día también en el campo de la medicina. “Está muy aplicado para neurología. Por ejemplo los escáner o las máquinas que te permiten tener una ecografía en 3D de un feto, finalmente te recrean el feto, o la imagen de cerebros 3D, cuando se va a hacer una operación complicada”, especifica el fundador de PeumaLab. La diferencia esencial entre una ilusión de holograma y un holograma oficial es el nivel de interacción que la persona puede tener con él. “Uno podría interactuar con el objeto 3D replicado, para saber la ruta de la operación. Se utiliza mucho en medicina avanzada”.

Los hologramas usados en la medicina son interactivos y logran crear imagenes 3D en espacios vacíos para mostrar partes del cuerpo que no se pueden ver a simple vista, proyectando rutas para hacer operaciones.

Los beneficios de la inmersión

“Cuando uno ve un elemento en 3D el cerebro reacciona de diferente forma de cuando se ve algo en dos dimensiones porque tiene espacialidad, y esa espacialidad recrea un contexto en el cerebro con tamaño y profundidad”, dice Roberto Nappe. Cuando una persona ve un holograma, el cerebro se pone a trabajar más rápido, dándole un contexto a la imagen 3D que tiene frente ella, transformando el objeto falso en uno real, y con eso, expande también su potencial de aprender y encontrar sentido.

Hoy la realidad aumentada también trabaja en eso. Su uso podría traer grandes beneficios en muchos rubros por su capacidad de hacer entender de mejor manera, pero también tiene una potencial utilidad en el mundo comercial. “Es algo visual que atrae mucho a las personas. Nosotros lo vemos hoy en retail. Posicionar un sillón que quieras comprar dentro de tu casa a través de esa tecnología tendría un efecto mucho más fuerte y determinante que incluso una inmersión de metaverso, y mucho más que imágenes planas”, dice Nappe.

El mundo de la publicidad está cambiando justamente por este tipo de tecnología. Rodrigo Pérez, co fundador de Monastir y representante de Hypervsn en Chile (compañía de origen bielorruso que se especializa en hologramas), explica que su uso en el marketing ha tenido muy buenos resultados. “Con proyecciones de holograma puedes cambiar totalmente la experiencia de compra. Trabajamos con marcas como Adidas, Unilever y Nestlé, donde utilizamos una especie de hélice que proyecta imágenes 3D. Con esto puedes ver frente a tus ojos modelos de zapatillas volando por la tienda, hamburguesas siendo cocinadas y así una infinidad de cosas”, explica Pérez.

En su caso, a través de métodos como el mapping, proyecciones con agua y recientemente las hélices, intentan cambiar la cara de la publicidad en el rubro comercial “Hoy todo lo que es publicidad tradicional en retail no ha cambiado nada en los últimos 30 años. Seguimos viendo los carteles y luces. Ahora también se pueden ver pantallas LED, pero en general es súper estático. La gracia de este producto es generar un cambio que aumente las ventas. Está probado de que sirve para las compras impulsivas y rápidas, son estratégias de punto de venta que funcionan increíblemente bien”, afirma Pérez.

Hoy, además de trabajar con diferentes marcas, se encuentran en 40 puntos de venta de Jumbo, donde también fueron integrados a los supermercados. El representante de Hypervsn explica que es una forma de igualar la experiencia online con la offline, agregando lo mejor de ambos formatos de venta. “Post pandemia la gente estaba muy ansiosa por volver a comprar y volver a hacerlo de manera presencial, pero al mismo tiempo querían ver algo nuevo. Esto le dio un impulso”.

Parte de las instalaciones de hologramas en retail que ha hecho Monastir en Chile con la marca Hypervsn, experta en tecnología holográfica.

Tanto Pérez como Nappe concuerdan que el próximo paso para el holograma es que se introduzca en los espacios de trabajo. Una herramienta que se debería mezclar con el metaverso y sacar lo mejor de la experiencia en la vida real. “El beneficio y el objetivo principal de un holograma es que tú puedas verlo sin nada más que tus propios ojos, prescindiendo de lentes como los de Google o incluso lentes de contacto especiales que ahora existen. Así, se podría esperar que los hologramas llenen los espacios de oficinas, dando vida a los asistentes virtuales que ahora son solo con voz”, dice Nappe.

Esto reduciría el trabajo directo con máquinas para ser reemplazados por trabajadores remotos que puedan llegar a los espacios a través del holograma, haciendo el trabajo a distancia una experiencia tanto o más inmersiva que el metaverso. “Verlos en los espacios cotidianos de trabajo, incluso en los lugares más alejados, serán parte del futuro”, dice Pérez.

Es algo que ya se está logrando. El año pasado, la empresa Aexa Aerospace logró enviar un holograma del doctor Josef Schmid, cirujano de vuelo de la NASA y General de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, directamente al espacio. Este holograma del doctor llegó al laboratorio de la NASA que orbita a una velocidad de más de 27 mil kilómetros por hora a 400 kilómetros de la Tierra, y logró realizar una evaluación médica además de tener una conversación en dos vías con el astronauta Thomas Pesquet. Este hecho, calificado como el primer viaje “holonauta” de la historia, marca un precedente que solo anticipa un futuro integrado con esta tecnología, una que podría beneficiar todos los rubros de la actualidad.

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