Universitarios crean guante para interpretar lengua de señas con IA

Los seis universitarios que crearon Handy se conocieron en el programa Tech4Good.

Handy -que se encuentra en proceso de prototipado y ya ha sido validado por distintos concursos- es un dispositivo que permite que personas sordas puedan comunicarse a través de sus códigos y no tener que adaptarse al lenguaje verbal o escrito. Aquí, una de sus gestoras, Javiera O'Ryan, cuenta la historia de un invento hecho en Chile que podría revolucionar la forma de comunicación de las personas con hipoacusia desde la infancia.


La historia de Handy comenzó en julio del año pasado, cuando un grupo de seis universitarios que no se conocían tuvieron que trabajar en grupo como parte del concurso Tech4Good, instancia que se organiza anualmente en el contexto del programa Seeds for the future, que busca capacitar a jóvenes en temas tecnológicos.

La idea del concurso es que durante la semana que dura el programa, los grupos desarrollen un proyecto tecnológico que vaya en la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Durante los dos primeros días, el grupo al que pertenecía Javiera O’Ryan no sabía qué proponer, hasta que la estudiante de International Business en la Universidad de Los Andes tuvo una idea mirando su Instagram.

“Yo sigo a una mamá que tiene dos hijos sordos y pensé que en verdad es un problema grande y que tenía que ser súper complicado comunicarse con ellos y lo que pasaría si no tuviesen implantes cocleares, que no son universales para todo el mundo”, recuerda Javiera O’Ryan, actualmente de 23 años.

“En base a esto les planteé el problema a mi grupo, pensando en que la gente sorda no puede hacer cosas tan básicas como hacer una llamada de emergencia o ir a hacer un trámite al Registro Civil, o ir a un hospital en el que justo no tengan intérprete”.

La idea de Handy surgió a partir de las ganas de ayudar a quiene utilizan lengua de señas a comunicarse mejor con el resto de la sociedad.

A partir de eso empezaron a pensar en soluciones que permitieran que las personas sordas pudieran comunicarse a través de lengua de señas con personas que no manejan esos códigos.

Pasaron por cámaras a mini drones, hasta que llegaron a la idea de guantes que fueran capaces de medir el movimiento.

“Creíamos que era lo más inclusivo porque no era algo tan fuera de lo común ni aparatoso”, acota O’ Ryan.

Propuesta reconocida

Con esa idea en mente nació Handy, un guante que ocupa Inteligencia Artificial para interpretar los patrones de lengua de señas a través de un app.

Así, el celular permite que si la persona es muda se pueda reproducir lo que diga desde una voz o, al revés, que procese una voz externa y la canalice a través de un avatar en lenguaje de señas.

“Eso es importante, porque la gente que habla en lengua de señas tiene una gramática totalmente diferente a la que nosotros tenemos en el idioma hablado. La gramática de la lengua de señas funciona de manera mucho más espacial e incluso las oraciones se estructuran de una manera diferente”, explica Javiera O’Ryan.

“Entonces, poder conectar un audio con un avatar en lengua de señas, se hace la comunicación mucho más fluida, porque es como si estuviera hablando una persona sorda con otra persona sorda”.

Además, la aplicación incluye un apartado que funciona como red social. “Los usuarios se crean cuentas y pueden interactuar entre ellos porque, si bien la comunidad sorda es muy unida, es una comunidad bastante cerrada. Les cuesta salir e interactuar con el resto. Entonces esta app va a permitir abrirles un poco el mundo y darles más oportunidades de sociabilizar”, acota la estudiante.

Así es el prototipo digital que creó Handy, que explica las funciones que tendrán los guantes.

Esa propuesta a nivel teórico convirtió en ganadores de Tech4Good a O’Ryan y su grupo, conformado por Camilo Araya, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad de Chile; Francisco Zúñiga, estudiante de ingeniería civil en la Universidad Federico Santa María; Rodolfo Fuentes, estudiante de Ingeniría en Infórmatica en el Inacap; Krishna Amigo, estudiante de Derecho en la Usach, y María Fernanda Araya, estudiante de Ingeniería Comercial en la Universidad Adolfo Ibañez.

Además, el proyecto los convirtió en los primeros chilenos en llegar a la final global de Tech4Good, que se realizó en enero de este año, en el que recibieron mentorías y pudieron investigar más el mercado de su solución, lo que les llevó a darle un pequeño giro a su propuesta.

“Nosotros íbamos a diseñar esto para adultos, pero se abrió otra ventana, que era diseñarlo para niños también. Los mismos intérpretes y personas sordas nos dijeron que ya siendo adultos es difícil empezar a adaptarse a cosas nuevas. Esto nos abrió la ventana a poder desarrollarlo en niños en preescolar y poder ocupar la misma tecnología que tiene Handy para poder enseñar desde esa edad, que es donde se le puede sacar mayor provecho”, señala O’Ryan.

Proyectándose a largo plazo

Paralelamente a sus participaciones en las distintas instancias de Tech4Good, Handy también estuvo en Voces, un concurso organizado desde el 2022 por Credicorp que busca premiar ideas innovadoras de jóvenes.

Ahí fueron seleccionados para viajar a la final regional de la instancia en Perú, que se realizó a fines del año pasado y donde obtuvieron el primer lugar.

El proyecto ganó tanto en la votación del jurado como en la del público, obteniendo US$ 15.000 y un cupo para participar en el One Young World Summit 2024 de Montreal, el encuentro más importante de líder jóvenes del mundo, al que viajará O’Ryan en septiembre como representante de Handy.

Javiera O'Ryan, una de las creadoras de Handy, es además campeona mundial de Taekwondo ATA.

Según Javiera O’Ryan, estas instancias han nutrido mucho el proyecto. “Siempre nos repiten que nos enfoquemos bien en el problema y no en la solución. Así que algunos del grupo se metieron a cursos de lengua de señas para entender realmente cómo se habla y además hemos entrevistado a gente que es intérprete para ver qué opina sobre la idea”,

Además, el premio económico les permitió comenzar la fase de prototipado de Handy. “La idea al corto plazo es terminar el prototipo para poder testearlo en el mercado, y a largo plazo, la meta como grupo es poder masificar esto en Chile, de ahí en Latinoamérica y ojalá llegar al resto del mundo”, adelanta.

La estudiante ganó además un premio personal en Seed for the future, al quedar dentro del top 5% de los participantes del programa a nivel global. Eso le garantizó un cupo para un viaje a China que hará en junio para adentrarse aún más en la industria tecnológica.

O’Ryan compatibiliza su actividad estudiantil y su labor en Handy con el deporte, ya que es seleccionada nacional de Taekwondo ATA, disciplina en la que ha sido cuatro veces campeona mundial. Para ella, esta pasión también le ha resultado útil en su incursión en el mundo de la innovación.

“Creo que los deportes nos inculcan valores de perseverancia, de seguir adelante y también de administrar el tiempo, que es muy necesario para poder destacar. Y si bien uno es competitivo, con quien más compite es con uno mismo. Eso va de la mano con la tecnología, sobre todo lo más valórico de seguir adelante siempre”, cierra.

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