El Café Diario: “Primera Dama”: La complejidad de un cargo controversial


La semana pasada terminó en lo político con el anuncio del gabinete del nuevo gobierno. En otro frente, el fallecimiento de Leonor Oyarzún, la viuda del ex presidente Patricio Aylwin, sirvió de cierre para una semana donde la frase “primera dama” estuvo en el foco de la discusión pública.

Fue el anuncio de Irina Karamanos, la pareja del presidente Gabriel Boric, lo que puso el tema en agenda. Que adelantara que asumiría el rol tradicionalmente asignado a las cónyuges de los presidentes después de que el propio Boric, en campaña, opinara que el puesto debía abolirse, levantó controversia. Karamanos, cientista política y activista feminista, dijo que ocuparía el puesto de “primera dama” para modificarlo radicalmente, y el propio Boric declaró que ese cambio debía hacerse “desde adentro”.

¿De qué se trata ser “primera dama” en Chile? La necesidad de replantear ese cargo, que tiene responsabilidades que van mucho más allá de lo protocolar, ya la tuvo otra administración: Michelle Bachelet rompió el esquema histórico al llegar a la presidencia siendo mujer soltera, en 2006. Hacer el trabajo que antes habían desempeñado las “primeras damas” se transformó necesariamente en una labor profesional, donde la responsable no llegaba al cargo por vía de una relación personal afectiva con quien había sido elegida para gobernar.

Bachelet designó en ese primer gobierno a dos mujeres, sucesivamente, para que desempeñaran el rol de Directora Sociocultural de La Moneda. La primera fue Adriana Delpiano. Al poco tiempo, llegó al cargo la socióloga María Eugenia Hirmas.Con ella quisimos conversar para conocer sobre esa experiencia, sobre sus opiniones a la anunciada reestructuración de ese puesto y sobre lo que ve venir para Irina Karamanos.

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