El ripioso camino de la derecha en la ofensiva para destituir a Orrego
En la UDI y republicanos están trabajando, por separado, en escritos con los argumentos para presentar ante el Tricel tras las objeciones que realizó la Contraloría en contra del gobernador metropolitano. En el sector han surgido dudas sobre la conveniencia de la acción, que ingresarán a más tardar durante este mes. Así, en RN siguen sin plegarse a un texto común.
Hace exactamente un mes, la UDI anunció que se plegaba a la acción impulsada por el Partido Republicano contra el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego: requerir su destitución ante el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel).
La acción, empujada por los consejeros regionales opositores, se basó en los antecedentes revelados de asesorías de coaching con un presunto objetivo electoral, la duplicación de tratos directos y convenios observados por la Contraloría, lo que motivó la renuncia de uno de los colaboradores de confianza de Orrego.
Aunque en la bancada de consejeros de Renovación Nacional (RN) les costó sumarse a la idea de acudir ante la justicia electoral, se convencieron de impulsar la misma acción de sus aliados tras una reunión con la contralora Dorothy Pérez, pero de forma autónoma: en RN apuestan a esperar que la comisión investigadora termine su trabajo. Es decir, esperar, aproximadamente, hasta el mes de septiembre.
Así, republicanos y gremialistas han trabajado de forma coordinada, pero independiente entre sí. Los equipos jurídicos de cada partido alistan la redacción de borradores del requerimiento.
La idea es unificarlos a más tardar durante la próxima semana. En la tienda de José Antonio Kast son optimistas respecto de ingresar el escrito en ese mismo plazo, mientras que en la UDI señalan estar a la espera del borrador republicano. Así, afirman que lo más realista es que ese hito se concrete tras la segunda quincena de julio.
En la directiva UDI aseguran que no existe ningún reparo a la acción impulsada por los consejeros regionales. Esto, a raíz de los matices que han hecho ver en RN y otras autoridades de Chile Vamos, como los alcaldes de la coalición, quienes -en privado- no estarían de acuerdo con la arremetida contra el gobernador regional.
No a pocos les recuerda el actuar que tuvo la -en ese entonces- oposición contra el expresidente Sebastián Piñera, siendo Orrego la segunda autoridad más votada después de la Primera Magistratura del país. También el “fantasma” de las acusaciones constitucionales fallidas en el Parlamento -impulsadas por el Partido Republicano- hace que algunos miren con distancia la acción.
Pero el presidente gremialista, el diputado Guillermo Ramírez, es enfático: “La posición de los cores de la UDI no ha cambiado. Seguimos adelante con la destitución y esa es también la postura de la directiva”.
El tema es mirado con más cautela en RN. Si bien, al igual que la UDI y republicanos, se encuentran trabajando en un escrito para presentarlo al Tricel, en la colectividad han preferido no adelantarse a los antecedentes que pueda entregar la comisión investigadora del organismo.
La instancia, denominada comisión de control regional, fue impulsada por RN y se constituyó el 18 de junio pasado, específicamente para investigar el coaching contratado por Orrego y que, según el informe de la Contraloría, habría sido utilizado con motivo de la campaña del actual gobernador. De ahí en adelante, han sesionado todos los viernes para reunir antecedentes del caso.
Es justamente esa instancia uno de los factores que mantienen en pausa una ofensiva mayor por parte del partido liderado por Rodrigo Galilea. Y es que el informe resolutivo de la comisión debería llegar recién el 3 de septiembre, fecha en la que se cumplen los 45 días hábiles para su funcionamiento. Antes de eso, en la colectividad creen que es difícil sumarse a una ofensiva en el Tricel.
Si bien es algo que no descartan del todo, lo cierto es que son varias las dudas que mantienen en el partido. No solo recalcan que llevan semanas sin sostener contacto con los otros integrantes de la derecha en la gobernación, por lo que -aseguran- no conocen el contenido de los escritos, sino también porque creen es una ofensiva que se ha acelerado más por motivos electorales.
“Sabemos que hay errores administrativos importantes, eso es evidente, pero tenemos que actuar con responsabilidad y dejar que las instituciones funcionen. Estamos hablando de destituir a una autoridad electa democráticamente, no nos podemos guiar por el momento electoral”, planteó a La Tercera la jefa de bancada de los cores RN, Valeria Ponti.
Y agregó: “Por eso, más allá de que nosotros estamos dispuestos a evaluar los borradores que presenten las otras bancadas, hemos reiterado que lo mejor es esperar a que la comisión investigadora finalice su trabajo y nosotros podamos analizar el informe. Porque lo cierto es que hoy día no tenemos los antecedentes suficientes”.
En ese contexto, explican, la preocupación no es solo un eventual fracaso en el tribunal, sino también que tal como ha ocurrido con las acusaciones constitucionales en el Congreso, se transforme en una herramienta para marcar puntos políticos, algo en lo que han coincidido con la directiva de la colectividad.
A lo anterior, agregan, que como factor también se suma la marcada distancia con sus pares de la UDI en el consejo. Fuentes de ambas colectividades reconocen que hace meses se arrastran varios episodios que han distanciado a los dos partidos. Entre ellos -por ejemplo- las negociaciones de las comisiones al interior del organismo, donde RN también sostuvo conversaciones con el oficialismo.
De hecho, con el gremialismo, recalcan, no tienen conversaciones sobre la ofensiva en el Tricel desde el 19 de junio, cuando asistieron a la reunión con la contralora.
Así, por lo pronto, en la colectividad afirman que están a la espera de los borradores de las otras bancadas. Antes de eso no se pronunciarán sobre la presentación del escrito en el tribunal electoral.
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