Política

Proyecto de aborto tensiona a la Cámara en primera sesión tras cuenta pública

Tras el llamado del Presidente a no bloquear el debate, desde la derecha “recogieron el guante” y cambiaron su diseño para enfrentar la iniciativa. "Le pido que le ponga urgencia", dijo el titular de la Cámara, José Miguel Castro (RN). En respuesta, la ministra Antonia Orellana cuestionó a aquellos que, "después que decían ‘no lo voy a poner en tabla’, ahora súbitamente quieren discutirlo rapidito".

Dedvi Missene

Un trabado inicio de sesión se registró este lunes en la Cámara de Diputados luego de que se diera cuenta del mensaje del Presidente Gabriel Boric que plantea el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas.

Si bien el escenario legislativo ya era adverso para esta iniciativa -que será gestionada por la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (Frente Amplio)-, las bancadas de la oposición y el oficialismo hicieron una primera medición de fuerzas para definir el itinerario de tramitación del proyecto.

La tensión comenzó a escalar de a poco debido a las presiones de legisladores que se amontonaron en la testera tratando de persuadir al presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN), para que limitara o ampliara las comisiones legislativas que iban a revisar la iniciativa.

Producto de ello, Castro resolvió suspender la sesión para citar a una reunión de comités (de jefes de bancadas), a quienes les comunicó la decisión técnica de la mesa de derivar la iniciativa solo a las comisiones de Salud, de Constitución y de Hacienda (debido a que implica gasto fiscal).

Reanudada la sesión, la diputada Alejandra Placencia (PC) pidió que adicionalmente el proyecto fuera revisado por la Comisión de Mujer, solicitud que fue rechazada.

Inmediatamente después el jefe de bancada de la UDI, Henry Leal, con el apoyo de los republicanos, pidió acotar aún más la tramitación solo a las comisiones de Hacienda y Constitución (donde la oposición es mayoría).

A esas alturas, el nuevo diseño táctico de la oposición ya estaba claro: tratar de darle una veloz tramitación al proyecto del llamado aborto libre (al menos hasta las 14 semanas). Con ello, se buscaba darle una rápida muerte a la iniciativa sobre la base de la resistencia de algunos legisladores oficialistas y de la DC, además del rechazo categórico de la derecha.

De hecho, la nueva lectura que existe en la oposición señala que discutir esta iniciativa ahora complicaría más a la alianza gubernamental, hoy embarcada en una primaria presidencial, donde sus precandidatos a La Moneda tienen visiones distintas.

Por el contrario, si la discusión del proyecto de interrupción de embarazo se aplazaba quedaría para la víspera de la elección presidencial de noviembre, lo que podría trasladar la presión a Evelyn Matthei, quien, en el pasado, se mostró abierta a discutir el aborto en circunstancias especiales, flanco que podría ser reflotado por sus adversarios.

Sin embargo, Castro optó por ceñirse estrictamente a la decisión técnica de la mesa y no accedió siquiera a someter a votación la solicitud de la bancada de la UDI.

Esa resolución molestó al diputado Leal, quien amenazó a Castro con presentar una censura a la mesa, a pesar de que el presidente de la Cámara pertenece a su misma coalición. En vista de que el titular de la corporación no quiso retroceder, el jefe del comité gremialista se acercó a la testera para reclamarle personalmente: “Compadre, no te elegimos para que hicieras esto”, le dijo en una frase que se escuchó en la transmisión.

Si bien ayer en la tarde hubo gestiones para bajar la tensión en el bloque opositor, el ambiente quedó caldeado al interior de Chile Vamos.

La ministra Orellana, quien concurrió especialmente a monitorear cómo se resolvía el itinerario de tramitación de la iniciativa, optó por tomar palco de aquella polémica, a pesar de que, junto a las diputadas del oficialismo, igualmente lamentó no poder revisar la norma en la Comisión de Mujer.

No obstante, ello abrirá una presión para que los diputados varones de la Comisión de Constitución cedan sus asientos a sus pares mujeres, ya que esta es una materia especialmente emblemática para las legisladoras de la alianza gubernamental.

Emplazamiento a Boric

Los tironeos de este lunes eran una secuela de la última cuenta pública, donde el Presidente Gabriel Boric llamó especialmente a la oposición a no bloquear el debate.

“Le pido al Congreso que, en la tremenda diversidad de opiniones, sobre la propuesta de legalizar el aborto con plazos que hemos ingresado, no se niegue a la discusión”, dijo Boric el domingo.

Esta postura, en todo caso, venía siendo adelantada en los días previos por la ministra Orellana, luego de que la semana pasada el mismo presidente de la Cámara, acogiendo el malestar de su sector, dijo que el llamado proyecto de “aborto de libre” no era una prioridad para la ciudadanía.

Sin embargo, en respuesta a Boric, las bancadas opositoras acordaron hacer un cambio táctico, que, de todas formas, no alteraría su rechazo de fondo a la iniciativa.

“Después de haber ya ingresado al gobierno su proyecto, yo emplazo al Presidente de la República, si realmente él tiene ganas de que esto se discuta, si realmente encuentra que esto es una prioridad para el país, si realmente él le quiere hablar de forma seria a aquellas personas que pueden creer que esto es positivo, yo respeto esa posición, pero le pido que le ponga urgencia al proyecto (de aborto), no una urgencia simple, sino una discusión inmediata o bien urgencia suma. Sería una forma de hablarle con sinceridad a ese público más estrecho que tiene el Presidente”, aseguró el titular de la Cámara, José Miguel Castro (RN).

La calidad de “discusión inmediata” implicaría -en teoría, ya que los plazos, por lo general, no se cumplen- que la iniciativa tendría que ser votada y despachada en seis días por la Cámara, y la “urgencia suma”, en 15 días.

Consultado si esto implicaba un cambio de su negativa inicial, Castro dijo que su postura nunca fue bloquear el debate, porque tenía claro que como presidente de la corporación no tiene facultades para impedir que una iniciativa se discuta en sala siempre que tenga las urgencias respectivas del gobierno.

Además, indicó que él se refería a que no usaría las potestades especiales que le otorga el reglamento de la Cámara para fijar días adicionales de sesiones para discutir la iniciativa. En todo caso, Castro dijo que su decisión de no citar a jornadas extraordinarias es solo “por ahora”, ya que su ánimo es esperar la celeridad que le pondrá el Ejecutivo al proyecto sobre interrupción voluntaria del embarazo.

La ministra Orellana, por su parte, evitó responder directamente al emplazamiento del presidente de la Cámara y comentó que las urgencias son una facultad exclusiva del primer mandatario.

“No tememos al debate, aún en condiciones de minoría”, dijo la secretaria de Estado, quien se preguntó: “¿Por qué quienes tienen la mayoría... después que el viernes decían ‘no lo voy a poner en tabla’, ahora súbitamente quieren discutirlo rapidito. Pasó una Cadem entremedio”, dijo Orellana.

En el gobierno señalaban que tampoco darán en el gusto al cambio táctico de la derecha, ya que la apuesta es que el proyecto de aborto se discuta en profundidad, lo que implica no apurarlo innecesariamente.

De hecho, el Ejecutivo ingresó la iniciativa sin ningún tipo de urgencia.

Más sobre:abortocuenta públicapolíticaantonia orellanaaborto en tres causalesgabriel Boric

⚡OFERTA ESPECIAL CYBER⚡

PLAN DIGITAL desde $990/mesAccede a todo el contenido SUSCRÍBETE