Sólo un 22% del padrón indígena votó para elegir a los 17 escaños reservados

Las mujeres arrasaron en las preferencias, siendo las más votadas la machi Francisca Linconao y la abogada Natividad Llanquileo. Las correcciones que deben hacerse en estos escaños reservados, para respetar las reglas de paridad de género, harán que cinco de las electas deban ceder su cupo como constituyentes a hombres que iban como candidatos alternativos. De los habilitados para sufragar en la papeleta verde, que según el Servel son 1.239.295 personas, este fin de semana sólo votaron 282.719, equivalente al 22,81% del padrón indígena.


Incluso antes que se diera inicio a la histórica doble jornada de votación, se hablaba que había una constituyente ya electa. Esto porque el único cupo del pueblo yagán -en los 17 escaños reservados para pueblos originarios- había sido consensuado desde hace meses en el seno de esta comunidad, que mayoritariamente reside en Puerto Williams. Así fue como Lidia González Calderón, hija de “la abuela Cristina”, la última habitante viva de esta nación indígena que pobló las islas al sur del estrecho de Magallanes, se erigía como la primera integrante de la Convención que escribirá una nueva Constitución.

Sin embargo, el pasar de las horas, la gran cantidad de votos de otros pueblos y -principalmente- la marcada preferencia por mujeres indígenas por sobre hombres, tenían a González -hasta el cierre de esta edición- fuera del órgano constituyente. Esto, porque la corrección para asegurar paridad de género podría beneficiar a su candidatura alternativa, la del profesor Luis Gómez, quien salió segundo en la primaria online que realizaron los yaganes.

Este escenario aún no está definido. La Ley 21.298, que garantiza la representación y participación de los pueblos ancestrales y que permitió asegurar 17 escaños para quienes se identifican con estos, debe someterse -al igual que el resto de las candidaturas- a las reglas de la Ley de Paridad de Género. Y, en este caso en particular, dicha normativa jugó en contra de las candidatas indígenas: ahora seis de ellas que resultaron ser mayorías deberán ceder sus cupos a los hombres que aparecen en la papeleta verde como sus acompañantes. En el Servicio Electoral sostienen que las correcciones de paridad se irán ajustando a medida que el proceso se dé totalmente por finalizado y que eso podría durar días. Aún con eso, advierten, la última palabra la tendrá el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel).

Con los resultados de más del 80% de las mesas habilitadas para el sufragio de escaños reservados, en las regiones Metropolitana, Coquimbo, Valparaíso, Libertador Bernardo O’Higgins y el Maule, si no existiera la obligación de igualar género en los representantes de estas etnias, habrían salido 15 mujeres y dos hombres. Éstos últimos son el mapuche Adolfo Millabur, dirigente histórico y exalcalde de Tirúa, unas de las zonas rojas de la violencia rural, y el representante del pueblo chango Fernando Tirado Soto, quienes ya están dentro de la Convención.

En la Región de La Araucanía y el Biobío destacan la elección de la machi Francisca Linconao -quien fue absuelta en dos juicios orales del caso Luchsinger Mackay- que obtuvo el 7% de las preferencias (más de 13 mil votos), liderando la lista de convencionales mapuche. Una situación similar es la de la abogada Natividad Llanquileo, quien recibió 11.146 sufragios, y la de Rosa Catrileo y Elisa Loncón. Quienes por paridad deberán ceder sus escaños, pese a haber ganado, son -por el momento- Carmen Caifil y Carmen Jaramillo.

En Rapa Nui no hubo sorpresas y se impuso, con el 41% de las preferencias, la abogada Tiare Aguilera Hey, quien contaba con el apoyo de los 36 clanes familiares de la Isla de Pascua y del consejo de ancianos del lugar. Una de sus ideas fuerza para llegar a la Convención Constitucional es la de proteger la lengua nativa que -según expresó en entrevistas- cada vez se estaba perdiendo como tradición.

Al igual que Lidia González, se verían afectadas las candidatas Margarita Vargas e Isabel Godoy, electas a los cupos únicos de los pueblos kawésqar y colla, respectivamente.

Ninguno de los electos se identifica con Chile Vamos y hay varios de ellos que participan como activistas de movimientos cercanos al mundo progresista e identificados con partidos de izquierda, lo que asesta también un nuevo golpe al oficialismo al haber perdido sus cartas de pueblos ancestrales de cara a la Convención. De hecho, llamó la atención la derrota del abogado Iván Cheuquelaf, quien se desempeñó hasta enero de este año como subsecretario de Minería y quien, además, lideraba los aportes económicos en esta batalla por los escaños indígenas.

Fracaso en la convocatoria

Durante la primera jornada de votaciones, el sábado pasado, varias denuncias rondaron la votación de escaños reservados. Una de ellas apuntaba a la poca capacitación de los vocales de mesa que -según se dijo- en La Cisterna, Cañete y Recoleta provocarían la nulidad de algunos sufragios. Esto debido a que personas que pidieron la papeleta verde, y que estaban habilitadas para la elección de pueblos originarios, también votaron en la cédula de los otros constituyentes, realizando un voto doble que está prohibido.

La situación deberá ser revisada en los próximos días, pero no pocos analistas apuntan a que faltó información para que se lograra una mayor convocatoria en una votación que se sostenía era histórica, ya que por primera vez en Chile indígenas participarían de la redacción de la Carta Fundamental.

Registros del Servel sostienen que existían 1.239.295 personas habilitadas en el territorio nacional para votar por escaños reservados y finalmente sólo sufragaron -según consignaba la última actualización del organismo previo al cierre de esta edición- 282.719, es decir sólo un 22,81% del padrón indígena. Las mismas estadísticas señalan que quienes más se sintieron identificados con un pueblo originario y solicitaron la papeleta verde fueron miembros de las comunidades diaguita, aimara y mapuche.

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