8 divertidos juegos de mesa para regalarle a papá

Ilustración: César Mejías

Además diversión, sentarse a jugar en familia genera momentos eternos, buenos recuerdos y algunas inolvidables anécdotas. Por eso son una de las mejores alternativas para obsequiarle a los papás en su día. Dos especialistas en la materia nos dan sus recomendaciones para distintos tipos de padres.




La mayoría tenemos una historia con los juegos de mesa o de cartas. Ya sea aquella vez en la playa que le ganamos en carioca —entero, por supuesto— a toda la familia —incluida la abuela—, esas partidas de dominó de sobremesa del fin de semana o las interminables rondas nocturnas de Uno. Estos juegos, ya sea simples como un memorice o más complejos como el Catán, tienen la facilidad de unirnos y de generar momentos que recordaremos por siempre. Por eso, si es que hay un espíritu lúdico, regalar un juego de mesa para este Día del Padre —próximo domingo 19 de junio— puede ser una excelente opción.

“Los juegos de mesa son una oportunidad ideal para poder compartir en familia, puesto que en muchos de ellos pueden jugar niños, niñas, padres y madres, ya que no tienen género”, dice Gloria Cárdenas, creadora y timonel del podcast especializado El Entreturno. “Lo más importante es que no solo estás regalando un juego, sino que estás obsequiando un compromiso para juntarse y jugarlo”, agrega. “El regalo no solo es para quien lo recibe, sino que también en cierta forma es un autorregalo, ya que la idea es acompañar a la persona en esta actividad lúdica”.

En el caso de Gloria, fue precisamente su padre quien le introdujo el gusto por los juegos de mesa. Desde que tenía siete años, cada vez que podían escapaban al campo en familia. “Jugábamos muchísimos juegos de cartas, brisca, dominó y cacho”. Como era un lugar apartado, era la única entretención de muchas tardes y noches. Quien tomaba la iniciativa, daba las ideas o contagiaba las ganas siempre era su padre, quien le abrió las puertas a esta dimensión que adora. “Para mí, cuando uno le regala un juego a su papá o mamá, lo importante es que venga unido a las ganas de jugarlo juntos, y así generar una experiencia llena de recuerdos significativos”, afirma.

El acercamiento a los juegos de mesa para Daniel Guzmán Campos, creador del canal Diluvio Lúdico —que tiene muchos seguidores tanto en YouTube como en Instagram—, fue de adulto. Si bien los juegos de mesa siempre llamaron su atención, no fue hasta hace unos años, cuando asistió al cumpleaños de una amiga, cuando tuvo una experiencia que le voló la cabeza: jugar muchos juegos de mesa en una sola noche. “Mi vida cambió para siempre”, asegura. Lo pasó tan bien que sintió que debía dedicarse a descubrir ese mundo “maravilloso, donde puedes compartir un espacio de diversión con otros en un contexto desafiante y con diversas temáticas”.

Para papás con hijos pequeños

Como bien decía Gloria Cárdenas, los juegos de mesa son transgeneracionales, y hay varios juegos que pueden ser tanto para pequeños como grandes. Story Cubes es otro juego narrativo, en el que al lanzar los dados cada jugador va creando una historia. Aunque los cubos están muy bien hechos, la entretención depende más de la creatividad de los participantes que del juego en sí mismo. Su dinámica consigue que todos participen de la misma manera, tanto adultos como niñas y niños. Lo recomienda Gloria Cárdenas, para quien su gracia también está en la cantidad de extensiones y variantes que tiene el juego. “Existen dados tematizados con distintos conceptos, como dados con enigma, exploración, historia, deporte, mitos, poderes y otras cosas, y también hay muchos dados de franquicia, entonces puedes crear una historia incluyendo a los personajes de Star Wars, de Batman o de Hora de aventura”.

Rory’s Story Cubes Star Wars (Zygomatic)


Pensando en un juego que puedan disfrutar padres e hijos, “siempre es buena idea un título con algún componente motriz en medio, como Rhino Hero, Animal sobre Animal o Panic Mansion”, dice el conductor de Diluvio Lúdico, porque estos son juegos que los niños suelen disfrutar harto. “Aunque los adultos intenten dejarse ganar, no se confíen; vencer será más difícil de lo que parece”.

“Idealmente, para los niños menores de seis años las partidas debiesen durar 20 minutos como máximo, porque “sus períodos de atención y concentración suelen ser más breves. Lo bueno, eso sí, es que se puede repetir muchas veces el mismo juego”, expresaba Daniel en una entrevista que le hicimos hace un tiempo sobre juegos de mesa para el Día del Niño.

En el mismo artículo, Cárdenas recomendaba Rhino Hero, un juego donde el objetivo es deshacerte de las cartas en mano de una manera muy sencilla: construyendo un edificio. El rinoceronte está personalizado por medio de una escultura y obstaculiza la construcción. La persona que pierde es a quien se le cae el edificio y la que gana es la que se deshace de las cartas antes que el resto, sin derribar la torre.

Rhino Hero (Scott Frisco y Steven Strumpf; HABA)


Para papás con hijos más grandes (o familias numerosas)

Time’s Up es un juego de adivinanza y pueden involucrarse un amplio número de participantes. “Hay tarjetas con diferentes conceptos y tiene tres etapas: en la primera hay que definir el concepto y que los demás adivinen; en la segunda tienes que decir solo un concepto y el resto adivina, entonces se va repitiendo lo de la ronda anterior. Y la tercera etapa es mímica”, cuenta la voz de El Entreturno. Hay una versión de Party, para jugadores mayores de 12 años, también una edición Family, para mayores de 7, y algunas de temáticas específicas, como la de Harry Potter.

Time’s Up! Party (Peter Sarrett, Repos)


Plan Ferpecto es un juego colaborativo que da rienda suelta a la creatividad. ¿De qué se trata? “Con determinados componentes, cada jugador tiene que crear un plan y así inventar una historia”, explica Cárdenas. Por ejemplo, tienes que dar la vuelta al mundo y cuentas con un clavo, una bicicleta, un chicle y una silla. “Cada persona va creando una historia según lo que tiene, por eso es tan entretenido, porque uno genera recuerdos raros como ‘¿te acuerdas del día que robamos un banco?’, ‘¿o del día que nos subimos arriba de un avestruz para hacer una carrera?’. Es muy entretenido”, añade.

Plan Ferpecto (Hilko Drude, Sobremesa)


Para papás mayores

“Recomendar un juego es como recomendar una comida: hay para todos los gustos”, dice Daniel Guzmán. Lo importante es que al papá en cuestión le guste sentarse a jugar y compartir, que son los únicos requisitos que no se pueden transar. Para lo demás, hay distintos tamaños y variedades, con más o menos exigencia, y que exigen mayor o menor creatividad. “Para aquellos padres sin experiencia en este mundo, el juego Aventureros al tren (o Ticket to Ride, en inglés) nunca falla”. Es un juego de 2 a 5 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración de partidas aproximada de entre 30 y 60 minutos. Se trata de un gran mapa en el cual cada participante debe establecer trayectos ferroviarios que conectan diversas ciudades y cumplir ciertos objetivos. Un juego lindo en sus detalles, nostálgico en su diseño y muy entretenido en su dinámica.

¡Aventureros al tren! Europa (Alan R. Moore, Days of Wonder)


Si el papá tiene vasta experiencia en juegos y el objetivo es buscar un título desafiante para él, Guzmán recomienda Terraforming Mars o las experiencias tipo Scape Room, las que serían “tremendos regalos”. En el primero la historia trata de una misión colonizadora de Marte, donde los participantes deben trabajar juntos en el proceso de transformar ese planeta en uno habitable, parecido a la Tierra, pero al mismo tiempo compiten por obtener los puntos de victoria que otorgan tus contribuciones a este nuevo mundo. Para jugadores más avanzados. Scape Room, en cambio, es un título que se puede jugar individualmente y su objetivo, tal como en las salas de escape, es ir resolviendo enigmas, acertijos y puzzles en el menor tiempo posible.

Terraforming Mars (Jacob Fryxelius, Fryx Games)


“Cuando pequeña jugaba con mi familia muchos juegos de mesa en casa, entre ellos la brisca, un juego muy asociado a la gente mayor, muy de campo”, dice Gloria Cárdenas. Si la idea es replicar ese aura campechano, un juego con esa mecánica que ella sugiere es La Tripulación. “Partes en un nivel muy bajo pero luego vas avanzando a través de misiones. Si no me equivoco, son 50. Comienza fácil y después se vuelve complicado pero muy adictivo, porque quieres llegar rápido a la misión 50… ¡Pero son muchas!”, expresa. Para ella es un juego “increíble, una experiencia alucinante”.

La Tripulación (Thomas Sing, Devir)


“El Kingdomino también es muy sencillo”, afirma Cárdenas. Aquí cada jugador tiene que ir construyendo su reino, sacando una loseta que tiene dos partes. “Una parte es hacerla coincidir con un terreno que ya esté ubicado, muy al estilo dominó”, explica. Es un juego “que entra fácil para quien haya tenido experiencia con juegos tradicionales”. Lo bueno es que también pueden jugar niños y usualmente las partidas son de 20 minutos o menos.

Kingdomino (Bruno Cathala, Blue Orange)


De todas formas, antes de llegar y comprar el creador de Diluvio Lúdico sugiere ir a las tiendas directamente y preguntarle a los vendedores, quienes pueden asesorar mejor respecto a las dinámicas de cada juego y a qué público apuntan. “Las personas que trabajan ahí cuentan con la mejor de las disponibilidades y conocimientos para guiarlos de la mejor forma posible”, aconseja.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 10 de junio de 2022. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.

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