Horno eléctrico con freidora de aire Oster: simpleza que sirve

⭐⭐⭐⭐★

Un dos-en-uno más que interesante, sobre todo por la comodidad de su función de freidora y los buenos resultados de su horno en modalidad de convección. ¿Los contras? Ocupa bastante espacio y genera mucho calor.




Todos conocemos cómo funciona un horno. Es decir, sabemos que se selecciona un grado de temperatura más un tiempo determinado de cocción y luego se introduce lo que se quiere cocinar. Esa es, en grandes rasgos, la gran y única ecuación que hay que resolver para usar un horno.

Pues bien, este horno eléctrico Oster, modelo TSSTTVFDMAF para 42 litros, que a su vez es freidora de aire y también convector, funciona justamente de esa manera: es decir, muy simple. Aquí no hay apps, paneles digitales, pareos vía Bluetooth ni nada parecido, solo se cocina con lo que se tiene en frente y nada más.

Así las cosas, sus controles son simplemente tres: uno para la temperatura, otro para el tiempo y un tercero destinado a seleccionar la función a utilizar: tostar, hornear, freír, asar, etc. El resto, abrir su puerta de vidrio, meter y sacar alimentos.

Afortunadamente, los resultados con este horno tan multifacético fueron bastante satisfactorios en la mayoría de sus funciones. Es cierto, no tiene mucho volumen en comparación a uno convencional —solo 42 litros—, pero de todas maneras apaña bien. Eso sí, se calienta como diablo, lo que se puede transformar en una continua preocupación, sobre todo si hay niños cerca. Aún así, la suma de factores resulta siempre positiva con este horno y freidora de Oster.

Especificaciones

  • Modelo: TSSTTVFDMAF
  • Peso: 10 kilos
  • Dimensiones: 32.6 x 54.7 x 48.9 centímetros
  • Capacidad: 42 litros
  • Funciones: asar, tostar, hornear, hornear por convección y freír con aire.
  • Material interior: acero aluminizado
  • Potencia: 1700 watts
  • Rango de temperatura: entre 90º y 230º C
  • Tiempo máximo de funcionamiento: 60 minutos

Primer uso: fácil y mecánico

Para partir utilizando este horno con freidora, lo primero que hay que hacer es sacarle todas las pegatinas y cartones que trae en su interior y exterior. Tras esto, conviene limpiarlo bien con una esponja humedecida y luego secarlo, para evitar olores y sabores indeseados. Finalmente, hay que ubicarlo en una superficie plana y ojalá con suficiente espacio hacia sus lados y por encima (porque se calienta bastante durante su uso).

De ahí en más no queda otra que ayudarse por el manual de instrucciones o ir probando por simple ensayo y error para llegar a los mejores tiempos de cocción en distintos formatos. Al tratarse de un artefacto totalmente mecánico, hay que destacar que cuesta muy poco entenderlo y encenderlo, y si hay que sacar algo del horno porque se está quemando, se puede hacer sin mucho problema. Desde luego, pensando en la tercera edad y otra gente que no se maneja con la tecnología, este aparato puede significar una gran ayuda para todos ellos.

Funciones de tostar y asar excelentes

Ya con los tiempos y temperaturas bien claros, me atreví a probar el horno con algunas preparaciones más bien básicas y de uso frecuente. Partí por algo tan fácil como unas tostadas en pan de molde, cuya función está predeterminada en este modelo. En pocos minutos quedaron listas sin necesidad de mucha manipulación ni menos tomarles el tiempo, porque el horno se apaga automáticamente cuando se acaba el tiempo de cocción. Así, doradas, duritas y parejas en color, las tostadas fueron un éxito.

Otra modalidad probada fue la de convector. Es decir, un horno que además de temperatura y tiempo agrega la función de hacer circular el aire caliente, lo que ayuda a que todo se cocine en menor tiempo pero sin sacrificar nada de gusto. Así las cosas, preparé un pollo entero, aliñado con sal y algunas especias más apenas un toque de aceite de oliva para el brillo. Tras poco más de media hora, el pollo estaba tal como se esperaba: con un leve dorado por fuera y conservando sus jugos (y sabor) en el interior.

La mejor freidora de aire es un horno

Ahora bien, lo que más me llamaba la atención de probar en este horno era su función de freidora de aire. Y lo hice. Primero con papas fritas congeladas y luego con unas naturales, cortadas a cuchillo y con apenas un chorrito de aceite. Para esta modalidad hay que usar una rejilla que trae el horno y debajo se pone otra bandeja para recoger los líquidos que botan los alimentos.

Los resultados en ambas pruebas fueron muy satisfactorios y similares a otras freidoras que me ha tocado testear. También probé con hamburguesas congeladas y unas pequeñas croquetas, siempre con buenos rendimientos. Además, al tener puerta de vidrio, la experiencia es muy simple y controlada, ya que uno puede ir evaluando visualmente la evolución de la fritura. Y si hay que mover algo, se abre la puerta con cuidado y se hace. Muy fácil. De hecho, es la freidora de aire más amigable que me ha tocado manejar.

Como bonus track, vale la pena agregar que la función de horno convector es más que recomendable para recalentar comidas en solo minutos, con resultados ostensiblemente superiores a los de un horno microondas.

Después de cocinar

Ya lo hemos dicho, este horno con freidora de aire se calienta con su uso. Y bastante. Por eso vale la pena aprovechar ese mismo calor para las labores de limpieza.

Me explico: tras usar el aparato, desenchufarlo y esperar a que se enfríe solo un poco, recomiendo limpiarlo con un trapo o húmedo —y con mucho cuidado— por dentro y por fuera. Es una labor que, gracias al calor, se hace extremadamente fácil. En cuanto a sus bandejas (la de rejilla y la contenedora de líquidos), éstas deben sacarse del horno y lavarse aparte, pero nunca en lavavajillas.

El horno tiene además una tercera bandeja, que cubre la parte inferior del mismo. Si no es mucha la suciedad, esta se puede limpiar directamente sin sacarla, pero de tanto en tanto es recomendable removerla y limpiarla de la misma forma que las otras bandejas.

¿Lo malo? Muy grande y muy caliente

Probablemente, el principal problema de este horno con freidora de aire es la temperatura que genera. Por eso hay que tomar bastantes resguardos a la hora de ubicarlo y hacerlo funcionar. Se necesita espacio y que nada quede pegado al horno, puesto que algo plástico —como un cable, un enchufe u otro aparato— puede verse afectado.

A todo esto se suma su tamaño. Estamos hablando de un horno grande, de más de medio metro de ancho, a lo que hay que sumarle el espacio extra que requiere para evitar accidentes con el calor. Eso obliga a tenerle reservado un rincón amplio de la cocina. Paradojalmente, eso sí, por dentro no tiene tanto volumen, así que no siempre se puede cocinar en su interior todo lo que a uno le gustaría, al menos no al mismo tiempo.

Veredicto Práctico

Este horno eléctrico con freidora de aire incorporada funciona muy bien en ambas tareas, aunque en la fritura es donde marca la diferencia en comparación a otros aparatos similares. Aunque no es muy compacta, se ahorra espacio si se posee solo este aparato en vez de dos por separado. Y recuerden, se calienta bastante, así que hay que operarla con precaución.

Nota: ⭐⭐⭐⭐★


Más reseñas de freidoras de aire en Práctico


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 20 de junio de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.