Lunares que hablan: cómo identificar los sospechosos y prevenir el cáncer de piel

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Persona de espalda. Foto: Getty Images.

Aunque el melanoma es poco frecuente, su propagación y mortalidad es mucho mayor, y su prevalencia va al alza. Acá te enseñamos consejos para cuidarse del sol, cómo encontrar lunares maliciosos y de qué manera anticiparse a un eventual cáncer.




Un lunar orbitando sobre la comisura de los labios se transformó, a partir de los años 50 del siglo pasado, en un símbolo del deseo sexual. Fue necesario, para ello, todo el peso de la industria cinematográfica, de la publicidad y el trabajo de Norma Jeane, actriz que luego se conocería como Marilyn Monroe, un nombre tan postizo como la marca negra que se pintaba cada día —y cada noche— en su cara.

No deja de ser curioso que un pequeño, circular y oscuro detalle maquillado sobre el rostro de una mujer pueda tomar tanta importancia. Pero la tuvo, y más aún tras la misteriosa muerte de Marilyn, lo que la transformó en una leyenda difícilmente comprendida, algo de lo que busca hacerse cargo la película Blonde, protagonizada por Ana de Armas, nominada al Óscar a Mejor Actriz.

Fotografía promocional de Marilyn Monroe para la película Niágara. La imagen fue utilizada por Andy Warhol para la creación de su serie inspirada en la actriz
El icónico lunar en el rostro de Marilyn Monroe, se transformó en símbolo del deseo sexual y fue replicado por Madonna, en los 80s.

El enigmático legado de Monroe tiene varias manifestaciones en la cultura popular. “¿Quién mató a Marilyn?”, preguntaban incisivamente Los Prisioneros durante los 80s. En esa misma década, Madonna se dio a conocer con un lunar pintado sobre su boca. Un poco a modo de homenaje, pero también para exaltar el símbolo sexual y rupturista que buscaba ser. Y no fue la única en replicarlo: incluso una comedia como Hot Shots —protagonizada por Charlie Sheen— se burló del recurso a través de un personaje que guardaba su lunar montable en un monedero.

Pero más allá de la ficción, los lunares pueden efectivamente “decirnos algo”; más precisamente, servirnos de indicadores de nuestro estado de salud. Por ejemplo, la alta presencia de los llamados “lunares de carne” —que estrictamente no son lunares—, podría ser indicio de la resistencia a la insulina y la diabetes.

Si bien casi todo el mundo tiene en su cuerpo un nevo, como también se denomina a los lunares, y la gran mayoría de estos son benignos, algunos podrían ser reflejo de un melanoma, un tipo de cáncer de piel poco frecuente pero altamente mortal. “De ahí la relevancia de hacerse chequeos médicos regularmente”, dice Claudia Moreno, dermatóloga de la Clínica Indisa.

En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que la tasa de cáncer de piel en Chile ha aumentado de 20 a 25 casos por cada 100 mil habitantes. Eso lo ubica como el tercer tipo de cáncer más común en el país. Además, estimó que uno de cada 10 chilenos tendrá algún tipo de cáncer a la piel durante su vida.

¿Qué son los lunares?

Cabe hacerse la pregunta: ¿qué son y cómo es que aparecen estas manchas circulares sobre la piel? Los nevos son tumores o lesiones que tienen origen en los melanocitos, células productoras de la melanina, el pigmento que da el color de los ojos y también de los lunares: estos pueden ser café —más claro o más oscuro—, negros, rosados, azules o grises.

Cuando los melanocitos crecen agrupados, se forman los lunares que, como explica Claudia Moreno, pueden ser planos o con relieve, dependiendo de si se localizan sólo sobre la epidermis o si lo hacen entre ésta y la dermis. Otros se ocultan bajo la dermis y sólo se pueden observar por efecto de la luz. En esos casos, su coloración suele ser grisácea o azulada.

Según el Instituto del Cáncer de Estados Unidos, la mayoría de los adultos presentan entre 10 y 40 lunares comunes, los que se ubican usualmente sobre el tronco superior y zonas que tienen mayor exposición al sol. Es muy poco común que se encuentren en el cuero cabelludo, en los senos o en los glúteos.

Si bien la mayoría de los lunares comunes están presentes desde el nacimiento, muchos pueden aparecer durante la infancia y seguir formándose hasta cerca de los 40 años. Con la vejez los nevos comienzan a desaparecer y en su lugar llegan otro tipo de manchas en la piel, las llamadas queratosis seborreicas.

Héctor Fuenzalida, dermatólogo de Integramedica, dice que estas manchas se suelen confundir con lunares, pero en realidad son “estructuras levantadas de color café o negruscas, las que por lo general aparecen después de los 40 o 50 años, especialmente en las personas morenas”.

Lunares cancerosos

Como se ha mencionado, la mayoría de los lunares o nevos son tumores benignos. Sin embargo, es posible que las células productoras de los pigmentos, los melanocitos, se vuelvan cancerosas al crecer sin control, lo que eventualmente producirá un melanoma. Éste comúnmente aparece en zonas donde antes no existían lunares u otras “manchas”. Aunque, como dice Fuenzalida, podría ocurrir que se produzca sobre un nevo que anteriormente haya sido declarado como benigno.

“A una zona de la piel limpia le comienza a aparecer una mancha irregular, la que crece de forma desproporcionada en la superficie, de forma horizontal y asimétrica”, complementa Claudia Moreno, quien advierte que “la gente se suele confundir, porque no tiene recuerdo de sí antes existía tal lunar o no”.

Esto es algo que le ocurre sobre todo a las personas que tienen muchos lunares. “En esos casos, es más difícil identificar alguna mancha nueva”, dice Moreno.

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Persona de espalda. Foto: Getty Images.

Luz Rodríguez, médica especialista en dermatología, epidemiología y medicina estética de Clínica NúcleoSalud, explica que este tipo de cáncer de piel es menos frecuente en comparación al carcinoma basocelular o el carcinoma espinocelular, pero “si no es detectado a tiempo, se propaga más rápidamente a otras partes del cuerpo”. El melanoma, de hecho, puede invadir los tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo, como los pulmones, el hígado, los huesos o incluso al cerebro.

La formación de melanomas se debe principalmente a dos factores: la genética y la exposición al sol. Quienes tienen familiares con antecedentes presentan un mayor riesgo de desarrollar uno, al igual que quienes ya tuvieron este tipo de cáncer anteriormente.

La exposición a los rayos UV, en tanto, es el principal factor externo causante de cualquier tipo de cáncer de piel, un riesgo que aumenta en el verano, cuando la capacidad de radiación solar está en su mayor potencia y la gente pasa horas tumbada bajo el sol.

“Ojo que cuando el día está nublado, los rayos UV igual atraviesan las nubes y afectan nuestra piel”, advierte Luz Rodríguez. Lo mismo ocurre con el humo o la contaminación: “muchas personas tienden a creer que llega menos sol, pero la radiación ultravioleta está presente igual, así que es fundamental cuidarse. Está demostrado que la contaminación ambiental producto de la emisión de gases y de micropartículas de la combustión potencia el efecto dañino de la radiación ultravioleta”.

Y el sol no es el único generador de rayos UV que amenazan a la piel. “Los solárium también son una fuente importante”, asegura Rodríguez.

El grado de afectación que puede producir la radiación ultravioleta aumenta mientras más clara se tenga la piel. Las personas pelirrojas, o de pelo y ojos claros, también presentan por lo general un mayor riesgo a los efectos del sol.

¿Cómo identificar los lunares sospechosos?

Si bien el chequeo médico es la única vía para determinar si un lunar es canceroso o no, la autoevaluación puede ayudar a identificar a tiempo la presencia de un melanoma, lo que puede ser esencial para un diagnóstico optimista y para recibir un tratamiento que permita impedir su propagación y, eventualmente, eliminarlo de raíz.

Elizabeth Valle, dermatóloga de Clínica Bupa Santiago, cuenta que uno de los métodos más utilizados para identificar nevos sospechosos es el denominado “ABCDE”, que consiste en evaluar las siguientes manifestaciones:

  • Asimetría: una mitad del lunar es diferente de la otra.
  • Bordes: fijarse si estos son irregulares.
  • Color: si hay dos o más colores en el mismo lunar o si su coloración es irregular.
  • Diámetro: si el lunar mide más de seis milímetros.
  • Evolución: si un lunar de reciente aparición cambia de tamaño, forma, textura, color o crecimiento en altura. Lo mismo con un nevo antiguo que cambia o produce nuevos síntomas, como picazón o sangrado.

Otros indicios para sospechar, de acuerdo al Instituto del Cáncer de Estados Unidos, son si la piel de la superficie se vuelve seca o escamosa, el lunar se vuelve duro o se siente con bultos, o si exuda líquido.

Cuidados preventivos

Claudia Moreno dice que la principal medida de cuidado es evitar la radiación solar. “Esto significa, por un lado, tener consciencia de los hábitos de exposición: evitar la radiación solar directa en las horas de mayor exposición, que sería entre las 11 y las 16 horas, preferir la sombra, y utilizar elementos de protección de la piel”.

Prendas como sombreros de ala ancha, que protejan las orejas, el cuello, el escote y la nuca, así como las gafas de sol —que protegen tanto los ojos como la zona periocular—, poleras o camisas de manga larga y pantalones —que permiten cubrir brazos y piernas— forman parte del ideario de la prevención.

Sin embargo, salir con pantalones y camisas manga larga puede ser toda una tortura considerando los casi 40 grados que azotan a buena parte del país en verano. Si se va a exponer la piel, entonces hay que aplicarse protección solar cada tres o cuatro horas, ojalá con un factor 50, que es el más alto. Luz Rodríguez dice que quienes vayan a la playa o a una piscina deben renovar la protección cada dos horas.

Finalmente, realizar un autoexamen periódico es fundamental. Elizabeth Valle dice que, si se tienen antecedentes de melanoma, lo ideal es hacerlo una vez al mes, y agendar un control anual con un especialista para realizar un examen físico completo. “Si un dermatólogo sospecha que una lesión es atípica o maligna, indicará su extirpación y siempre solicitará una biopsia”, de cuyos resultados dependerá la definición los próximos pasos.

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