Vibradores, jengibre y wifi: consejos y productos para el autoconocimiento sexual

Ilustración: César Mejías

La venta de juguetes sexuales se disparó en todo el mundo durante la pandemia, quizá porque el encierro obligó a muchas y muchos a explorarse y conocer mejor sus placeres. Una experta en artículos eróticos y otra en sexualidad nos explican este aumento y dan algunas recomendaciones para seguir descubriendo nuestros cuerpos.




Durante mucho tiempo, el placer erótico fue visto solo desde una perspectiva machista, donde la mujer acostumbraba a fingir orgasmos y reprimir sus instintos de autoconocimiento, ya que iba en contra del modelo de mujer perfecta que imperaba. Por suerte, vivimos un tiempo de liberación histórica, donde atrás van quedando esos prejuicios y las mujeres se ven empoderadas no solo en el trabajo o la familia sino que también en esta dimensión sexual.

El autoconocimiento es algo primordial. Pensemos: cómo vamos a saber qué nos gusta o qué nos desagrada si no nos conocemos. Una de las pocas cosas positivas que nos entregó el confinamiento fue el tiempo, algo que hasta hace poco parecía escapársenos de los dedos. Pero este hiato en nuestras vidas forzó algo que no pensamos nunca: tener minutos y horas para descubrirnos más en mente y cuerpo.

Para algunos ha sido sencillo autoexplorarse y otros siguen intentándolo, pero lo cierto es que esto no es una apreciación. No por nada la venta de juguetes para adultos se disparó. En un artículo de The Huffington Post explican que en Italia, uno de los países europeos más castigado por la pandemia, las ventas de estos artículos subieron un 60% por encima de las previsiones. En Francia aumentaron en un 40%, mientras que en Estados Unidos el porcentaje alcanzó el 75% y en Canadá se elevó a un impresionante 135%. En cuanto China, donde surgió el primer brote de coronavirus, se puede ver que en Hong Kong las compras de juguetes sexuales han incrementado en un 71%.

Chile no es la excepción. Si bien no hay una cifra estimada, la conocida Japi Jane, pionera de este negocio en el país, reportó a fines de abril un aumento de hasta un 200% en la comercialización online.

No son números menores, y la razón de su crecimiento puede deberse a que, en tiempos de incertidumbre, el sexo y el placer erótico es algo que puede brindar calma, además de un sinfín de endorfinas. Ya que estamos solos, o en pareja, se dio la oportunidad perfecta para aumentar la exploración.

Algo que tenemos a favor en estos días es que la difusión de contenido sobre educación sexual es mayor que unos años atrás. Conversamos con dos especialistas sobre placer erótico, quienes nos dieron algunas sugerencias de cómo disfrutando a través de ejercicios y algunos accesorios.

El placer es mío

“Placer, cuando pensamos en términos sexuales, es el goce que logramos, tanto físico y mental, durante experiencias eróticas en solitario o compartidas”, relata Jane Morgan, creadora de Japi Jane, inspirándose en la definición del Global Advisory Board on Sexual Health and Wellbeing, una organización internacional que busca promover la educación sexual.

“Me gusta definir el placer como el lenguaje con el que el cuerpo guía al cerebro para que este almacene sensaciones positivas y busque repetirlas. Como una especie de memoria del goce”, define Paty Lucía Figueroa, comunicadora audiovisual que se autodenomina como “defensora del placer, de los derechos y de la salud sexual". Hace un tiempo que se dedica a impartir talleres sobre sexualidad y está por abordar proyectos de consejería y educación sexual.

“El placer es una guía interna que nos impulsa a buscar bienestar y un ambiente que llene nuestras necesidades, para que podamos alcanzar nuestro máximo potencial”, agrega. "Esa búsqueda del placer es parte de la inteligencia de nuestras células”.

Según la Real Academia Española de la Lengua, la primera definición de placer está relacionada con agradar o dar gusto, mientras que en la segunda estipulan que se refiere al “goce o disfrute físico o espiritual producido por la realización o la percepción de algo que gusta o se considera bueno”.

Buscando el placer

En un comienzo, me choqueó la primera definición de la RAE. Sin embargo, al analizarla veo que “agradar” o “dar gusto” no solamente es en referencia a una segunda o tercera persona. Puede tratarse de uno mismo, y precisamente eso es lo lindo del placer: está al alcance de todos y para todos. Sólo hace falta conectarse.

¿Tenemos que darle una prioridad máxima al placer en nuestras vidas? Todo depende de ti y de la posición en que estás en tu vida. “Todo lo que sea un deber ser es un poco enemigo del placer, ya que el placer tiene todo que ver con la libertad”, explica Paty Lucía Figueroa. “Si tú quieres mejorar tu vida sexual, o estás con ganas de vivir la sexualidad en su máximo potencial, el placer erótico sí juega un papel bien importante en la vida”.

“El placer erótico va de la mano con el deseo y la energía sexual, que es una energía de vida y que, si la sabemos utilizar a nuestro favor, se transforma en un impulso que nos llena de ganas de vivir”, dice sobre uno de los temas principales de sus talleres.

“En un encuentro con uno mismo, o con un otro, si no es desde el placer y el goce, no tiene sentido”, analiza Figueroa. “Que no se transforme en algo más que hay que hacer por cumplir”. Siendo así, la experta señala que “podemos poner atención en si nos damos los espacios y tiempos que se necesitan para disfrutar de la sexualidad, y desde ahí también ver si nos atrevemos a pedir lo que necesitamos y decir lo que nos gusta y lo que no”.

Innovación placentera

En torno a la figura de Cleopatra, la icónica faraona, siempre ha rondado cierta mística sexual. La escritora y sexóloga Brenda Love afirma que la jerarca egipcia fue la inventora del primer consolador.

“Cleopatra tenía una pequeña caja que podía llenarse de abejas y colocarse contra sus genitales, para una obtener simulación similar a la de los vibradores”, comentó en un artículo. Pero al que formalmente se le suele reconocer como padre del vibrador es al médico británico Joseph Mortimer Granville, quien lo inventó en la década de 1880.

Mas allá de abejas y vibradores, la industria sexual ha incrementando sus variedades y avances de una manera increíble. Hoy tenemos a disposición no solo dildos sino que geles, tenazas, bolas y un sinfín de artefactos a favor del placer sexual. También pasa que, como ahora hay tanto, nos solemos abrumar ante tanta posibilidad.

“Mi recomendación es aprovechar el proceso de búsqueda como un placer en sí mismo”, apunta Jane Morgan, y propone gozar en esta investigación de lo que te puede o o no producir placer. Explica que en su sitio, japijane.cl, se puede explorar directamente desde juguetes hasta líquidos comestibles, estimulantes o lubricantes. “Con esa división, pueden enfocar mejor la búsqueda y descubrir cual sub-categoria les interesa más”.

Un romance muy intenso ha sido el de la innovación y la industria del placer, algo del que varias y varios están agradecidos. “Apoyo 100% la relación constante y estrecha entre ambos”, comenta Jane Morgan. “Siempre he dicho que, para mí, la cosa más asombrosa del placer es que es infinito y nadie se logra sacar un 7”. Para Jane, una de las mejores cosas es que “nadie llega a un punto en el cual ya no pueden experimentar nuevos placeres”. Por lo mismo, “siempre podemos ir innovando y disfrutando aún mas”. Ejemplo de ello es un juguete que incorpora elementos de robótica al servicio del placer y que estará pronto disponible en japijane.cl.

Uno de los juguetes para adultos que se volvió popular en la pandemia es el que “utiliza wifi para conectar parejas a la distancia”, comenta Jane, y por lo mismo es una forma de estar lejos pero acompañados.

“Se adapta a la forma específica de cada mujer y puede ser ajustado tanto en la parte superior como inferior para sentir más o menos presión sobre el clítoris o el punto G”, dice la descripción del producto, que puedes controlar a través de la app We-Connect, creando tus propios patrones o sincronizarlo con tu música favorita.

Sync, de We Vibe


Estimular zonas erógenas

Durante años se dejó de lado la importancia de las zonas erógenas en la mujer, algo fundamental para obtener placer en su máxima expresión. Un estudio de 2014 del Journal of Sexual Medicine detalla que no todas las zonas erógenas del cuerpo de la mujer responden por igual al mismo tipo de contacto aplicado. Saberlo no solo es útil para que las intervenciones médicas en estas zonas se hagan con más delicadeza —el fin real del estudio— sino que para lograr una mejor conexión sexual con tu compañero o compañera.

En ese mismo artículo explican que “en lo que respecta a las caricias, las áreas más sensibles son el cuello, el antebrazo y el margen vaginal, mientras que la areola es la que menos”. Por su parte, “el clítoris y el pezón son las partes más sensibles a la presión; los pechos y el abdomen las que menos”. También apuntan que “el clítoris y los pezones son las partes más sensibles a la vibración”.

Todo cuerpo es distinto y por lo tanto nos excitan distintas cosas, pero se hizo una clasificación —de 1 a 10, siendo 10 la más sensible— de las zonas erógenas femeninas y este fue el resultado: el clítoris (9,1), la vagina (8,4), los labios (7,9), el cuello (7,5), los pechos (7,3), los pezones (7,3), la parte interna de los muslos (6,7), la nuca (6,2), las orejas (5) y, finalmente, el trasero (4,7).

“Todo el mundo de los lubricantes y aceites corporales son los mejores amigos para potenciar el placer que se puede sentir en el cuerpo”, relata Paty Figueroa, quien invita a derribar “el mito de que hay que usar el lubricante solo si es que hay sequedad. Pues no, son siempre bienvenidos”.

La experta recomienda usar el aceite de coco o de almendras es excelente para masajear todo el cuerpo y las zonas erógenas. También explica que “los lubricantes siempre van a hacer que cualquier tipo de penetración sea mucho más placentera. Son compatibles con el uso de preservativos porque no los dañan, como puede suceder con el aceite”.

Gel lubricante Bentley chocolate menta


Otra recomendación que hace la experta es usar como estimulante la raíz de jengibre y su jugo, y agrega que “se debe ir probando de a poco la sensibilidad de cada quién sobre todo en zonas genitales”. Lo que hace el jengibre es producir sensaciones muy placenteras a la hora de la excitación. Una periodista del sitio Vice hizo un experimento al frotarse con jengibre. El resultado fue un “placer absoluto”. Ella usó rodajas para producir excitación. Puedes leer aquí el proceso.

Jengibre


Atrévete con ensayo y error

Dicen que el que busca encuentra, y eso es lo bonito del placer erótico: siempre estamos a tiempo. “Todes tenemos el derecho al placer, pero no por eso va a pasar mágicamente”, afirma Jane Morgan. “Lograr disfrutar la sexualidad requiere tiempo, ganas y energía, y como cualquier otra habilidad de la vida, se mejora con dedicación y práctica”, agrega.

Paty Lucía Figueroa explica que es bueno trabajar con nuestros cinco sentidos de manera regular. “Realizar cualquier tipo de ejercicio que implique poner atención a los movimientos de tu cuerpo y a tu respiración, eso ayuda muchísimo a llevarnos al momento presente, que es de tremenda ayuda para el goce pleno”. Por ejemplo, bailar o hacer yoga puede aumentar nuestra confianza y aplicarla en las experiencias sexuales.

“La erotización se puede ir trabajando cotidianamente, en el día a día, si estamos atentos a nuestros movimientos, a nuestra respiración y a mover las caderas, que ahí se concentra muchísima energía sexual”, puntualiza Figueroa. También refuerza que otro aspecto fundamental es nutrir el imaginario erótico a través de la búsqueda de “nuevos estímulos visuales y sensoriales: imágenes, música, sabores, etc. Lo que sea que te ayude a entrar en el mood”.

“Me parece importante que todos sepan que el placer en la sexualidad viene de la mano con la libertad”, afirma Figueroa. Con esto se refiere a “a salirnos de los mandatos del cómo debe ser un encuentro sexual, del cómo debiera verse mi cuerpo, cuánto tiempo durar, rendir, cuántos encuentros debiera tener o cuántos orgasmos”. El autoconocimiento, en ese sentido, para ella es "la piedra angular para poder disfrutar una sexualidad en solitario o compartida”.

Si estás pensando en comprar un juguete, Jane Morgan plantea que tengas la idea de “compartir”. Estos “son juguetes no fálicos. Son pequeños masajeadores que sirven para estimular todas partes del cuerpo humano, normalmente pensando en entregar vibraciones precisas al clítoris, pero cómodos para todas las zonas erógenas”, apunta.

Vibrador Be one, de Fun Factory


Vibrador clitoriano Laya II, de Fun Factory

Jane también recomienda este tipo de vibrador externo porque “tiene la forma perfecta para usarlo en la palma de la mano”.


Para más información de los talleres de Paty Lucía Figueroa sobre salud y placer puedes escribirle a luplacer@gmail.com o a su Instagram @lucia_placer.

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